Satoshi Kirishima, miembro de un grupo extremista de izquierdas y uno de los prófugos más buscados del país y que fue detenido tras más de medio siglo de búsqueda la semana pasada, murió este lunes en el hospital por cáncer.
Kirishima, de unos 70 años y detenido la semana pasada por su supuesta implicación en una serie de atentados con explosivos en los 70, ha muerto esta mañana en un hospital de la prefectura de Kanagawa, al sur de Tokio por un cáncer terminal, informaron hoy las autoridades.
Kirishima, cuya imagen sigue siendo ampliamente distribuida en los paneles de busca y captura en estaciones y sucursales de policía de Japón, era buscado desde 1975 por su supuesta implicación en una serie de atentados con bombas en importantes empresas nacionales entre 1974 y 1975, incluidas Mitsubishi Heavy Industries o Mitsui.
Antes de fallecer, reconoció su identidad y también se descubrió que había trabajado durante años como contratista para obras en una prefectura cercana a Tokio y bajo un nombre falso.
El prófugo, que logró eludir a las autoridades durante casi medio siglo, formaba parte en su momento del denominado Frente Armado Antijaponés de Asia Oriental (Eaajaf, por sus siglas en inglés), una organización declarada terrorista de la nueva izquierda japonesa y de corte anarquista que operó entre 1972 y 1975.
El incidente en Mitsubishi Heavy Industries, de 1974, fue uno de los más llamativos, ya que fue cometido a plena luz del día, donde ocho personas murieron y otras 165 resultaron gravemente heridas.
Kirishima habría sido el responsable de colocar y detonar un explosivo casero en el Instituto de Investigación Económica Industrial de Corea, en el céntrico barrio tokiota de Ginza en el año 75.
El grupo, que llevó a cabo una serie de 12 atentados de este tipo, fue disuelto después de que las autoridades arrestaran a la mayoría de sus miembros, que en ocasiones tuvieron vínculos o se unieron al Ejército Rojo Japonés.
Hasta el momento se ha acusado formalmente a ocho personas del Eaajaf, dos de los cuales fueron condenados a muerte.
EFE