Antaño los gigantes vagaban por las llanuras kársticas del sur de China. Se trataba de simios de tres metros de altura y un peso de 250 kilogramos. Estos parientes primates muy lejanos, el Gigantopithcus blacki, se extinguieron antes de que los humanos llegaran a la región, con pocas pistas de por qué, y hasta ahora han dejado alrededor de 2.000 dientes fosilizados y cuatro mandíbulas como únicos signos de su existencia.
Por: Infobae
Nuevas evidencias, publicadas recientemente en Nature, fueron descubiertas por un equipo de investigadores chinos, australianos y estadounidenses y demuestran sin lugar a dudas que el primate más grande que ha caminado sobre la Tierra se extinguió hace entre 295.000 y 215.000 años, por su incapacidad de adaptar sus preferencias alimentarias y sus comportamientos y vulnerable a los climas cambiantes.
“La historia de G. blacki es un enigma en paleontología: ¿cómo pudo extinguirse una criatura tan poderosa en un momento en que otros primates se estaban adaptando y sobreviviendo? La causa no resuelta de su desaparición se ha convertido en el Santo Grial de esta disciplina”, afirmó el paleontólogo y coautor principal, el profesor Yingqi Zhang, del Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados de la Academia China de Ciencias (IVPP).
Ese Instituto ha estado excavando en busca de evidencia en la región durante más de 10 años, pero sin una datación sólida y un análisis ambiental consistente, la causa de su extinción se les había escapado a los especialistas.
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