Cientos de personas se manifestaron este sábado en al menos dos lugares de la frontera entre Estados Unidos y México, como parte de una movilización simultánea convocada por un grupo conservador contra la migración indocumentada y las políticas del Gobierno del presidente Joe Biden para contener el ingreso de extranjeros.
El grupo denominado “Recuperemos nuestra frontera” (Take Our Border Back), que en la plataforma Telegram tiene más de 1.600 simpatizantes, convocó el llamado “Ejército de Dios” para realizar las manifestaciones en California y Texas.
Por lo menos 500 personas participaron hoy en la protesta cerca al puerto fronterizo de San Ysidro (California), a pocos kilómetros de México.
A la concentración llegaron principalmente simpatizantes del expresidente Donald Trump ondeando banderas estadounidenses y mensajes en apoyo al republicano que busca su segundo mandato.
“Nuestro país está viviendo una invasión” de migrantes, dijo a EFE la republicana Ceci Truman, la aspirante latina al Congreso estadounidense por el distrito 25 en el fronterizo Valle Imperial de California, en el este de San Diego.
“Mientras que la Patrulla Fronteriza nos reporta hasta diez millones de encuentros con inmigrantes ilegales en la frontera, esa cifra fácilmente se duplica en realidad, pues como sabemos pasa sin ser detenida una cantidad similar” de migrantes, sostuvo Truman, una de las principales oradoras en el encuentro.
Los asistentes al evento, que tuvo una notable seguridad, llegaron principalmente del sur de California, pero el contingente incluyó residentes de distintos puntos del país. Algunos ondeaban banderas del estado de Texas.
Al mismo tiempo, activistas proinmigrantes realizaron una manifestación en la entrada peatonal de San Ysidro en la que se habló a favor de la migración y se propusieron reformas constitucionales para facilitarla.
Los activistas llegaron a la frontera en una caravana de vehículos que partió de Los Ángeles. Lidia, una participante que prefirió no dar su apellido, dijo a EFE que “el verdadero problema que vemos en la frontera, el que origina la crisis humanitaria, es el método de control estilo militar con el que nuestro país insiste en controlar la migración, cuando en realidad sabe que eso nunca ha funcionado”.
En Texas, la convocatoria del grupo “Recuperemos nuestra frontera” comenzó desde anoche cuando un convoy de vehículos llegó desde Virginia a un rancho en la fronteriza ciudad de Quemado, a poco menos de 30 kilómetros de Eagle Pass, que ha alcanzado prominencia nacional en los últimos meses por las medidas instauradas por el gobernador Greg Abbott al tomar control de un parque público e instalar una barrera de boyas en el Río Grande.
Cerca de 1.500 personas se reunieron este sábado en Quemado para enviar un mensaje “sobre los peligros obvios que plantean la frontera sur… frenar y, en última instancia, detener el tráfico de drogas y de personas asociado con las ‘fronteras abiertas’ y pedir medidas inmediatas”, según dijo el grupo en un comunicado.
Al igual que en California, los manifestantes en Texas llevaron atuendos, banderas y mensajes en contra de Biden y en apoyo a Trump y al gobernador Abbott, quien planea celebrar una conferencia de prensa mañana domingo en Eagle Pass para defender el enfoque de sus medidas.
En ninguna de las manifestaciones de este sábado se registraron incidentes hasta el momento.
Un grupo de congresistas demócratas había advertido su preocupación por la violencia que pueda resultar de las caravanas antiinmigrantes.
“Hay funcionarios republicanos que siembran una retórica peligrosa sobre la inmigración”, afirmó Joaquín Castro, demócrata de Texas. “La retórica de Trump y sus aliados sobre una invasión, es peligrosa para los latinos y otros”, agregó.
Por su parte, la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (Lulac), el mayor y más antiguo grupo latino de derechos humanos en Estados Unidos, emitió el lunes pasado una alerta nacional para los residentes del área fronteriza “ante extremistas armados con una agenda de odio”. EFE