Un juicio contra el principal sospechoso de la desaparición en 2007 de la niña británica Madeleine McCann en Portugal comenzó el viernes en Alemania por acusaciones de violaciones y agresiones sexuales ajenas al sonado caso, constató un periodista de la AFP.
Christian Brückner, un alemán de 47 años, está siendo juzgado por agresiones sexuales y violaciones cometidos entre los años 2000 y 2017 en Portugal.
El proceso, que se celebra en el tribunal de Brunswick, en el norte de Alemania, suscita expectación ya que el acusado no compareció en audiencia pública desde que fuera señalado en junio de 2020 como principal sospechoso del “caso Maddie”.
Su señalamiento en 2020 como principal sospechoso de la desaparición de Madeleine McCann supuso un punto de inflexión en esta investigación de alcance internacional con numerosos giros, pistas falsas e hipótesis.
En un caso que tuvo atención mundial, Maddie desapareció en 2007 poco antes de su cuarto cumpleaños en Praia da Luz, una turística localidad en Algarve, la región más meridional de Portugal.
Brückner no ha sido formalmente inculpado por la desaparición de la niña, pero fue precisamente la investigación de ese asunto la que condujo al juicio por delitos sexuales que empezó este viernes, afirmó Christian Wolters, portavoz de la fiscalía de Brunswick.
“Sin la investigación del caso Maddie, estos presuntos crímenes no habrían salido a la luz”, declaró a la AFP.
Violaciones, agresión sexual, exhibicionismo
El acusado purga actualmente una pena de siete años de cárcel en Alemania por violar en 2005 a una estadounidense que entonces tenía 72 años en Praia da Luz, la localidad donde veraneaba la familia McCann.
El tribunal de Brunswick examinará varias acusaciones de delitos sexuales en su contra, entre ellas tres violaciones.
Sus presuntas víctimas fueron una septuagenaria, atada y golpeada en su apartamento vacacional; una niña de 14 años, a quien amordazó y ató a un poste de madera en su casa, y una irlandesa de 20 años cuya vivienda allanó por el balcón.
También está acusado de una agresión sexual a una alemana de diez años en una playa en abril de 2007, poco antes de la desaparición de Maddie, y de exhibicionismo ante una niña portuguesa de once años.
El acusado se expone a una pena de hasta 15 años de cárcel. Si no fuese declarado culpable, podría quedar en libertad en 2026, según Wolters.
El abogado de Brückner, Friedrich Fülscher, indicó en los días previos a la vista que su cliente eligió defenderse guardando silencio, pero que esto “no quiere decir que tenga algo que esconder”.
“Garantizar un proceso justo será la mayor dificultad: los prejuicios de los medios sobre el acusado no tienen precedente”, declaró a la AFP.
“Fantasías sexuales”
Entre las pruebas que aportará la fiscalía figuran declaraciones de testigos y cuadernos incautados en casa del sospechoso, afirmó Christian Wolters.
Estas notas manuscritas y esbozos ofrecen una idea de las “fantasías sexuales” del acusado, precisó.
Maddie desapareció del apartamento de alquiler donde su familia pasaba las vacaciones mientras sus padres habían salido a cenar cerca.
Su desaparición desencadenó una vasta campaña internacional para intentar encontrarla. Las fotos de la niña, con el pelo castaño cortado por los hombros y sus grandes ojos claros, dieron la vuelta al mundo.
Las sospechas contra Christian Brückner, anunciadas oficialmente hace casi cuatro años, reavivaron la esperanza de sus padres, Gerry y Kate, de conseguir finalmente avances en la investigación.
Las pesquisas se eternizaron durante años hasta que las autoridades se fijaran en este alemán que vivía entonces a pocos kilómetros del hotel de la familia McCann.
En esta nueva fase de investigación, la policía portuguesa realizó en mayo de 2023 registros cerca de un reservorio de agua en el sur de Portugal a pedido de las autoridades alemanas.
Se hallaron nuevos “elementos”, dijo la fiscalía de Brunswick, aunque estimó que era “todavía demasiado temprano” para determinar si estaban vinculados con la desaparición de la niña.
De todos modos, los investigadores alemanes aseguran tener “pruebas concretas” de la muerte de Madeleine. AFP