El líder de la oposición rusa, Alexei Navalny, fallecido el viernes en prisión, fue protagonista en 2020 de una historia que, para cualquier desprevenido, podría ser parte de un programa cómico de televisión y no algo que sucedió en la vida real.
Es que ese año, poco después de haber sido víctima de un intento de homicidio digitado por el Kremlin, Navalny logró engañar a un agente de seguridad ruso para que admitiera que el Servicio Federal de Seguridad (FSB) intentó matarlo ese verano boreal en Berlín, cuando le colocaron veneno en la ropa interior.
Antes de su muerte la semana pasada, el activista de 47 años llevaba encarcelado desde su detención en enero de 2021 cuando regresó a Moscú desde la capital alemana, donde había estado recuperándose de un envenenamiento que tanto él como los gobiernos occidentales atribuyeron al servicio de seguridad del presidente ruso, Vladimir Putin.
En una publicación de blog de diciembre de 2020, el crítico del Kremlin dijo que llamó a un hombre llamado Konstantin Kudryavtsev, quien, según dijo, era un experto en armas químicas de la agencia de inteligencia nacional sucesora de la KGB soviética, el FSB.
“Llamé a mi asesino. Él confesó todo”, dijo Navalny en Twitter.
Navalny dijo que ocultó su número de teléfono y se presentó como asistente del jefe del Consejo de Seguridad ruso, Nikolai Patrushev, diciendo que necesitaba información para un informe oficial sobre el intento de envenenamiento.
El líder de la oposición publicó una grabación de audio y una transcripción de la llamada telefónica y difundió un video de él dirigiendo la conversación.
Dijo que el análisis de la voz “demostraría que efectivamente es” Kudryavtsev el que habla.
En la grabación de audio, la voz al otro lado de la línea suena inicialmente vacilante y cautelosa, pero finalmente cuenta la historia y explica por qué Navalny logró sobrevivir al ataque con veneno.
Más tarde, el FSB describió la llamada telefónica como una “provocación destinada a desacreditar” a la agencia.
Dijo que la conversación telefónica “sobre las supuestas acciones contra” Navalny no habría sido posible sin “el apoyo de los servicios de inteligencia extranjeros”, y añadió que el video que el crítico del Kremlin publicó sobre la llamada era “falso”.
Navalny había caído gravemente enfermo durante un vuelo de Siberia a Moscú en agosto de ese año y fue hospitalizado en la ciudad rusa de Omsk antes de ser transportado a Berlín en un avión sanitario.
Expertos de varios países occidentales concluyeron que el crítico del Kremlin fue envenenado con el agente nervioso Novichok de la era soviética, una afirmación que Moscú ha negado repetidamente.
Un informe conjunto de medios dirigido por el sitio web de investigación Bellingcat reveló la semana pasada lo que dijo eran los nombres y fotografías de expertos en armas químicas del FSB que habían seguido a Navalny durante años.
Ropa interior envenenada
En su blog, el líder de la oposición había contado que llamó a los agentes de seguridad identificados en el informe. Dijo que casi todos le colgaron, excepto el hombre que, según dijo, era Kudryavtsev.
Durante esa llamada, Kudryavtsev dijo que su unidad no esperaba que el piloto realizara un aterrizaje de emergencia en Omsk, y que si se hubiera permitido que el vuelo continuara, Navalny no habría sobrevivido.
En los comentarios grabados, el agente dijo que un atacante había colocado el veneno a lo largo de las costuras internas de un par de ropa interior de Navalny.
Detalló cómo él y otro agente del FSB volaron a Omsk después del envenenamiento y eliminaron cualquier rastro del veneno. Sin embargo, Kudryavtsev nunca explicó su papel exacto en la operación.
Vladimir Putin rechazó los informes de que el FSB había envenenado a Navalny, aunque sugirió que el crítico del Kremlin contaba con el apoyo de la inteligencia estadounidense y que, si ese es el caso, Rusia debería seguirlo.
“Pero esto no significa en absoluto que sea necesario envenenarlo. ¿Quién lo necesita?” dijo el líder ruso. Si los servicios especiales rusos hubieran querido envenenar a Navalny, “lo habrían llevado hasta el final”, añadió.
AFP