Rusia afirmó el martes que retomó Krinki, una localidad en la orilla oriental del río Dniéper donde el ejército ucraniano había conseguido establecer una cabeza de puente en octubre, uno de sus pocos avances desde el fracaso de su contraofensiva.
Este nuevo éxito de Moscú, en la zona de Ucrania ocupada por Rusia, fue anunciado por el ministro ruso de Defensa poco después de que su ejército tomara la ciudad de Avdiivka, en el este, y a pocos días de que la guerra entre en su tercer año.
“Confirmo que Krinki fue limpiada. De hecho, toda la margen [oriental del Dniéper] está bajo nuestro control”, indicó Serguéi Shoigú al presidente Vladimir Putin en una conversación transmitida por televisión.
Las fuerzas ucranianas llevaban meses intentando ganar terreno en la margen izquierda del Dniéper, en la región de Jersón.
Habían logrado establecer posiciones en Krinki pese a las complicadas condiciones, especialmente por la presencia de pantanos y por tener que cruzar el río bajo los disparos. Sin embargo, los rusos bombardearon masivamente la zona y Krinki quedó totalmente destruido.
Durante la conversación entre Shoigú y Putin, el mandatario ruso también se burló de lo que describió como una “fuga caótica” de las tropas ucranianas de Avdiivka.
– “Gran éxito” –
Ucrania dio la orden de retirar a sus fuerzas de esta ciudad de la región de Donetsk “por razones políticas, para disimular ese movimiento y hacer que pareciera una retirada organizada”, comentó el presidente ruso.
La toma de Avdiivka, su primera conquista importante desde la de Bajmut en mayo de 2023, es “un gran éxito”, consideró el ministro de Defensa, añadiendo que las tropas que lucharon allí están “descansando y preparándose para nuevos combates”.
Rusia prosigue su ofensiva en varios sectores del frente. Ucrania señaló decenas de ataques rusos en el este y el sur del país.
Las ofensivas rusas se dan en momentos que Ucrania recuerda el décimo aniversario de la muerte de decenas de manifestantes en Kiev durante la revolución proeuropea de Maidán, que derrocó a un gobierno prorruso.
Poco después, Rusia anexionó la península de Crimea.
“Hace diez años de (el inicio) de los intentos de destruirnos y de destruir nuestra independencia”, publicó el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, el martes en Facebook. “Pero nos mantuvimos firmes hace 10 años y lo seguimos haciendo hoy día”, agregó.
El Estado Mayor ucraniano dijo en su informe matinal del martes que se registraron al menos 84 ataques rusos en las últimas 24 horas, y que todos fueron “repelidos”.
Aunque las operaciones rusas se redujeron considerablemente alrededor de Avdiivka, se produjeron numerosos asaltos cerca de Marinka (este), cerca de Bajmut (este) y en la región de Zaporiyia (sur).
– Cansancio acumulado –
El presidente Zelenski afirmó el lunes que “la situación es extremadamente difícil en muchas partes del frente”, e insistió en que su país necesita más artillería, defensa aérea en el frente y armas de largo alcance.
Las fuerzas rusas “están sacando ventaja de los atrasos en la ayuda a Ucrania”, agregó el líder ucraniano, que espera una ayuda crucial de Estados Unidos bloqueada por los republicanos en el Congreso.
Igualmente, el primer ministro ucraniano, Denis Shmigal, indicó el martes que también confía en que el Congreso estadounidense aprobará la ayuda.
“Creo que Estados Unidos también apoyará a Ucrania, como la Unión Europea, como Japón, como todos los países del G7 y el FMI y todas las organizaciones financieras internacionales”, declaró Shmigal en Tokio.
En este contexto, Zelenski agradeció el martes a Suecia el anuncio de una nueva ayuda militar consistente en equipamiento por valor de unos 633 millones de euros (684 millones de dólares).
Los altos cargos ucranianos desmienten una “fatiga con Ucrania” en la comunidad internacional, pero la situación es distinta en el terreno.
Sviataslav Iaremenko, que ya luchó contra los separatistas en 2014 y se reincorporó al ejército a raíz de la invasión iniciada el 24 de febrero de 2022, declaró a la AFP que “tras dos años de guerra, el cansancio se acumuló”.
“Creo que seguiremos luchando varios años más”, añadió el soldado en Kostiantinivka, ciudad del este cerca del frente, afirmando que “dependerá de la magnitud de la ayuda” occidental.
Mientras, los rusos siguen bombardeando casi diariamente localidades más allá del frente.
Una madre, sus dos hijos y su abuela además de otra civil murieron en un bombardeo contra un pueblo en la región nororiental de Sumi, informó el martes el ejército ucraniano. AFP