El caso del asesinato del fiscal ecuatoriano César Suárez, que investigaba la toma del canal TC Televisión por parte de un grupo armado durante una emisión en directo, tiene desde este lunes a tres nuevos procesados, con lo que el número de imputados se elevó a cinco, según informó la Fiscalía.
La Fiscalía vinculó a este caso a Kevin L. M., Javier T. Z. y Javier M. M., para los que el juez dictó medidas cautelares como el uso de grillete electrónico, la prohibición de salida del país y la obligación de comparecer tres veces a la semana ante el fiscal (lunes, miércoles y viernes).
Los otros dos procesados se encuentran en prisión provisional en la Penitenciaría del Litoral mientras avanza la instrucción y las investigaciones del Ministerio Público.
Suárez, un fiscal que llevaba casos de narcotráfico, delincuencia organizada y corrupción en hospitales públicos, fue asesinado el 17 de enero en una zona del norte de Guayaquil cuando, mientras conducía su automóvil, fue acribillado por dos hombres desde otro vehículo.
Días antes el fiscal Suárez había interrogado a los trece detenidos, entre ellos dos menores, sobre ese caso atribuido por la Policía a la banda criminal ‘Los Tiguerones’.
También exautoridades de Interior comentaron que el fiscal había indagado sobre el paradero de la familia del prófugo narcotraficante José Adolfo Macías Villamar (‘Fito’), líder de la banda criminal Los Choneros, cuya esposa e hijos fueron localizados días después cerca de Córdoba (Argentina) y entregados fugazmente a Ecuador.
El asesinato se produjo en medio del estaco de excepción y el “conflicto armado interno” declarado por el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, tras una oleada de atentados y violencia atribuida a las bandas criminales, donde se dio la toma del canal de televisión, en el que fueron detenidos trece asaltantes.
En el marco de esos episodios también aconteció el secuestro y asesinato de al menos dos policías, vehículos incendiados, alertas de explosivos y una serie de motines simultáneos en cárceles con unos 200 rehenes entre policías y guardias carcelarios que lograron ser liberados tras casi una semana retenidos.
Estos hechos se dieron en un momento en que Noboa se disponía a poner en marcha su plan de “mano dura” para recuperar el control de las cárceles, muchas de ellas dominadas por estas bandas del crimen organizado donde, desde 2020, han sido asesinados más de 450 presos en una serie de masacres carcelarias entre grupos rivales. EFE