El alcalde de Nueva York, Eric Adams, pidió cambios drásticos en las políticas de santuario de la ciudad, la primera vez que respalda públicamente una modificación que podría poner a los inmigrantes indocumentados acusados de un delito en manos de los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en Nueva York.
Por CNN
“No creo que las personas que son violentas en nuestra ciudad y cometen delitos reiterados deban tener el privilegio de estar en nuestra ciudad”, dijo Adams a periodistas durante una conferencia de prensa en el Ayuntamiento el martes. “No tienen derecho a estar en nuestra ciudad y empañar a la inmensa mayoría que está aquí siguiendo las normas”.
Los comentarios de Adams marcan un cambio en la política que se originó durante la era del alcalde Ed Koch a finales de la década de 1980 y que ha evolucionado a lo largo de los años abarcando cinco administraciones municipales.
“Quiero volver a las normas de los alcaldes anteriores que, creo, suscribían mi creencia de que las personas sospechosas de cometer delitos graves en esta ciudad deben rendir cuentas”, dijo Adams.
Los comentarios de Adams se producen tras una serie de incidentes de gran repercusión protagonizados por inmigrantes recién llegados a la ciudad que han sido acusados de delitos violentos, entre ellos el reciente tiroteo a un turista durante un robo en el interior de una tienda de ropa en Times Square.
La definición de ciudad o estado santuario puede variar según las jurisdicciones. El término se aplica en general a las jurisdicciones que tienen políticas destinadas a limitar la cooperación o la participación en acciones federales de aplicación de las leyes de inmigración. La forma en que se aplican estas políticas puede variar.
Cuando Koch adoptó esta política en 1989 —la primera vez que la ciudad lo hacía— promulgó un decreto que prohibía a las agencias y funcionarios compartir información sobre inmigrantes a menos que se tratara de un asunto penal o que la persona lo autorizara.
Años más tarde, en 2014, el entonces alcalde Bill de Blasio y el Consejo de la Ciudad sumaron fuerza al lenguaje de la norma, promoviendo una ley para retirar a ICE de las instalaciones del Centro Correccional y prohibiendo que los agentes de la policía local honraran las solicitudes de retención del ICE. Las solicitudes de retención son emitidas por ICE como petición oficial para retener a una persona para su posible deportación.
La ley actual de la ciudad incluye algunas excepciones: las personas con condenas recientes por delitos violentos específicos y las personas en la lista federal de vigilancia terrorista están exentas de la norma. Si el ICE obtiene una orden judicial contra una persona, también está permitido según la normativa actual.
La política de ciudades santuario se ha convertido en un tema de conversación útil para los republicanos, que han intentado culpar a los demócratas de las disfunciones en la frontera entre Estados Unidos y México.
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