El mismo día la presidencia de Estados Unidos anunció que mantendrá al régimen de Venezuela en su lista de potencial amenaza a su seguridad nacional como ha sucedido desde 2015.
La toma de posiciones de los actores en negociaciones este 5 de marzo hacen impredecibles sus siguientes acciones en un tablero congelado donde la única variable que avanza es María Corina.
Machacho es la líder de movilización por representar la última palabra de las fuerzas internas. No importa cuáles cúpulas de partidos – desacreditados por sus inacciones o complicidades con el régimen- intenten elevar algún ruido desde el estado Zulia.
En su respuesta, María Corina enfatizó que la ruta de presión se mantiene intacta para lograr su inscripción y hasta Juan Guaidó -quizás en posición adelantada o buscando ejercer algún tipo de influencia- escribió en su cuenta de X que el 21 de marzo ella iría al CNE.
Basándose en las normas por todos desconocidas, hipotéticamente el ministerio de elecciones del chavismo puede permitir su inscripción, no obstante, también la podría sacar de contienda después de admitirla.
Al ser María Corina la única que está dando pasos en favor de la creación de una fuerza interna de presión, los obstáculos y trampas brotan por doquier.
Si el actor preponderante, que es Estados Unidos, no trabaja en una estrategia proactiva de presión para respaldar con acciones concretas cada paso en favor de Maria Corina Machado, entonces en las esferas diplomáticas de carrera otros, además de Juan González, podrán ir preparando su mea culpa por quedarse en resultados de corto plazo -como los de sus concesiones en Barbados- que en nada estabilizan la región, inversiones, y su frontera sur.
Andrés Segovia Moreno es un periodista con experiencia de corresponsal internacional e investigador académico radicado en la ciudad de Washington DC. Fue coordinador regional del partido Vente Venezuela en el estado Trujillo y ha dirigido iniciativas sociales en su natal Valera.