Allison Black, la coronel estadounidense cuyas transmisiones de radio en los campos de batalla posteriores al 11-S le valieron el apodo de ‘El Ángel de la Muerte’, anunció su retirada el pasado viernes a su mando final en la Fuerza Aérea.
Por: La Razón
La aviadora entregó el mando de la 1.ª Ala de Operaciones Especiales en una ceremonia de cambio de mando en Hurlburt Field, Florida, y planea retirarse a finales de este año.
La carrera de 32 años de Black en la Fuerza Aérea comenzó como instructora de supervivencia, enseñando habilidades de campo y tácticas de evasión terrestre a la tripulación aérea, y termina su servicio con el mando del ala en el centro de las fuerzas de operaciones especiales del servicio.
Sin embargo, fue durante la batalla de Kunduz, Afganistán, a finales de 2001 cuando Black, entonces primer teniente, se convirtió en ‘El Ángel de la Muerte’ en los primeros campos de batalla después de los ataques terroristas del 11 de septiembre, dejando un legado en la historia de la Fuerza Aérea y de las guerras especiales, junto con con un hito memorable para las mujeres en el combate moderno.
Apenas unas semanas después del 11-S, Black estaba en su primer vuelo de combate en un helicóptero de combate AC-130 volando hacia la ciudad afgana de Kunduz. En la oscuridad de abajo estaba “Tiger 02”, el indicativo de las Fuerzas Especiales ODA 595, una docena de Boinas Verdes que pronto serían conocidos como “los soldados a caballo”.
Como parte del asalto del Task Force Dagger a los talibanes, el equipo se abrió camino a través de Afganistán a caballo. Pero mientras la tripulación de Black corría hacia Kunduz, Tiger 02 fue superado en número por una decidida fuerza talibán reunida en un complejo cercano.
Nacimiento de un apodo
Una vez en lo alto, Black habló con el controlador aéreo del equipo, transmitiéndole información sobre el paisaje que la mujer podía ver desde el aire y confirmando la información del objetivo.
“En una parte particular de la misión, vimos un vehículo acercándose a nuestra ubicación”, explicó Black en una entrevista para la Fuerza Aérea. “Mi trabajo en el AC-130 es transmitir todo lo que vemos a través de nuestros sensores. Probablemente era la única aviadora que hablaba por radio, así que si cometía un error, todos sabrían que fui yo. Así que fui bastante particular con lo que estaba diciendo”, agregó
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