Casi 7.000 personas más murieron de tuberculosis durante los tres años de la pandemia de coronavirus (2020-2022) en comparación con las previsiones de los expertos, informó este jueves la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Este aumento de la mortalidad fue resultado directo de la pandemia y no habría ocurrido si el diagnóstico y tratamiento de la tuberculosis no se hubiera interrumpido durante la pandemia“, consta en un informe conjunto elaborado por OMS-Europa y el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC).
El estudio, con datos de 2022, revela un aumento en el número de diagnósticos en 38 de los 53 países de la región europea de la OMS, que incluye a Rusia y varias repúblicas exsoviéticas.
El número total de casos sobrepasó los 170.000, 4.000 más que el año anterior, de los que 36.000 corresponden a los países de la Unión Europea (UE) y el Espacio Económico Europeo (EEE), 2.500 más que en 2021.
La OMS considera esas cifras un “indicador positivo” de que los servicios de detección de la tuberculosis se están recuperando respecto a los años anteriores.
El informe revela también que sólo seis de cada diez tratamientos con medicamentos de primera línea curaron la infección en la UE-EEE y, siete, en toda la región -las cifras más bajas en la última década-, cuando lo habitual sería que lo hiciese el 90 %.
El estudio atribuye esa falta de efectividad a problemas con el cumplimiento del tratamiento y brechas en el seguimiento de los resultados del tratamiento.
La OMS considera “insuficiente” la gestión de las coinfecciones de tuberculosis y el virus de inmunodeficiencia humana (VIH): únicamente el 48 % de los casos en la región fueron curados, un porcentaje que asciende al 54 % para la UE-EEE.
Reforzar los test de tuberculosis, aumentar la disponibilidad de opciones de tratamiento preventivo y aplicación completa de los regímenes de tratamiento oral son algunas de las recomendaciones hechas por la OMS y el ECDC. EFE