Nicolás Maduro ya cuenta con su propia cohorte de candidatos colaboracionistas, de falsa oposición o cercanos a sus tesis. Diez hombres, ni una sola mujer, a las que Maduro no quiere ver ni en pintura. Estos son los candidatos que cuentan con el beneplácito del chavismo.
Por Daniel Lozano | El Mundo
BERTUCCI, PASTOR EVANGÉLICO. Al frente de El Cambio, Javier Bertucci ya arrancó un millón de votos en las presidenciales de 2018, en gran parte por el reparto de sopas que hacía en sus mítines. Y porque como pastor evangélico arrastra parte del voto de sus feligreses. Fue juzgado por contrabando y estuvo salpicado por los Panamá Papers.
CEBALLOS, PRISIONERO POLÍTICO. Rehabilitado por el Tribunal Supremo (TSJ) el mismo día que castigaban a María Corina Machado, el ex alcalde Daniel Ceballos encabeza Arepa Digital, partido legalizado de forma exprés por el TSJ. Ceballos también cuenta con el aval de Voluntad Popular Activista, que es el ente fake que surge de la toma por el TSJ de Voluntad Popular (VP), partido de Leopoldo López. Ceballos militó en VP y fue uno de sus dirigentes más cercanos a López, incluso compartieron cárcel en Ramo Verde. Todo cambió años después. Ya en libertad inició una deriva que le ha llevado a ser «este triste personaje», dicen sus antiguos compañeros.
ECARRI, EL HOMBRE DE ZAPATERO. El gran aliado europeo de Maduro cuenta con su propio candidato en la contienda. Se trata de Antonio Ecarri, líder de Lápiz, una de esas veletas políticas siempre a favor del viento. Todavía recuerdan cómo se erigió en defensor del presidente encargado Juan Guaidó para luego, por golpe y porrazo, convertirse en un gran detractor de la oposición real venezolana. Cuenta con el respaldo de Timoteo Zambrano, que siempre ha contado con el apoyo del ex presidente español.
BRITO, ‘EL ALACRÁN’. Este antiguo dirigente de Primero Justicia (PJ) sorprendió a sus compañeros cuando fue cazado por el portal armando.info en un viaje organizado a Europa con fondos del magnate colombiano Alex Saab, el famoso testaferro (según la Fiscalía) de Maduro. José Brito se benefició de la posterior toma por asalto de su partido y se puso al frente de Primero Venezuela. El mote de alacrán lo comparte con otros diputados del grupo de Saab.
RAUSSEO, EL HUMORISTA. El comediante Benjamin Rausseo, El Conde del Guácharo, se retiró el año pasado de forma extemporánea de las elecciones primarias opositoras: se sabía derrotado ante el fenómeno político que encabezaba entonces Machado. Opositor muy light, de conocidos negocios con el entorno del Gobierno, Rausseo se ha beneficiado por la legalización exprés de su partido, CONDE.
RATTI, AGENTE CHAVISTA. Durante semanas, Luis Ratti, un oscuro personaje surgido de las entrañas del chavismo, se presentó en redes sociales como nuevo líder del partido de María Corina, que habría intervenido el Supremo con el que tantas operaciones ha realizado. No se confirmó semejante «hazaña», por lo que Ratti se ha postulado con otro partido exprés, Derecha Democrática Popular.
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