Inteligencia artificial predice quién sufrirá una arritmia cardiaca mortal

Inteligencia artificial predice quién sufrirá una arritmia cardiaca mortal

Imagen de un corazón siendo examinado creada con inteligencia artificial / Copilot

 

 

 





 

Un corazón sano normalmente late entre 60 y 100 veces por minuto en reposo. Cuando tiene taquicardia ventricular, el corazón late más rápido de lo normal: unos 100 o más latidos por minuto. Este grave problema puede provocar la muerte si no se restablece el ritmo cardíaco normal en cuestión de minutos. Ahora, un equipo de científicos asegura haber creado una herramienta de inteligencia artificial que predice con éxito qué persona sufrirá una arritmia cardiaca mortal.

Por La Razón

La arritmia ventricular es una alteración del ritmo cardiaco que se origina en las cavidades inferiores (ventrículos), donde el corazón late tan rápido que la presión arterial desciende, lo que puede conducir rápidamente a la pérdida de conciencia y a la muerte súbita si no se trata inmediatamente. Se calcula que una de cada tres personas sufrirá una, por lo que cualquier herramienta de detección precoz que demuestre fiabilidad resulta esperanzadora.

En este sentido se publica hoy un estudio realizado en la red de Hospitales de la Universidad de Leicester, en Inglaterra. Los científicos analizaron si la inteligencia artificial podía utilizarse para predecir si una persona corría el riesgo de sufrir un ritmo cardiaco letal a partir de electrocardiogramas que presentaban, presuntamente, ‘ritmos cardiacos normales’. ¿El resultado? La IA identificó correctamente la afección en el 80% de las ocasiones, un resultado que mejoró significativamente la precisión humana.

«Las directrices clínicas actuales que nos ayudan a decidir qué pacientes corren más riesgo de sufrir arritmias ventriculares y quiénes se beneficiarían más del tratamiento que salva vidas con un desfibrilador cardioversor implantable no son lo bastante precisas, lo que provoca un número significativo de muertes por esta afección», afirma el profesor Andre Ng, catedrático de electrofisiología cardiaca, jefe del Departamento de Ciencias Cardiovasculares de la Universidad de Leicester y cardiólogo consultor del University Hospitals of Leicester NHS Trust.

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