La intoxicación alimentaria ocurre cuando una persona ingiere un producto o bebida que contiene bacterias, parásitos, virus o las toxinas producidas por estos microorganismos. La mayoría de los casos de este tipo de intoxicación se da a raíz de bacterias comunes como el estafilococo o la Escherichia coli (E coli), precisa la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Por Semana
Esta situación puede afectar a una persona o a un grupo de consumidores que hayan ingerido el mismo alimento. Y cuando los microorganismos ingresan al producto, se denomina contaminación.
Así las cosas y teniendo en cuenta que en Semana Santa uno de los alimentos que más tiende a consumirse es el pescado, el cual es delicado y complejo en su manejo, deben tenerse en cuenta algunas recomendaciones que ayudan a evitar posibles intoxicaciones al ingerir este producto.
Al respecto, Julián Londoño, coordinador de Urgencias de la Universidad CES, asegura que es muy importante prestar atención a la cadena de frío de los pescados y los mariscos que se consumen en esta época del año, particularmente.
En ese sentido, resulta clave observar cómo se ve físicamente el alimento, es decir, debe lucir fresco y no evidenciar a simple vista signos de deshidratación, pues esto puede ser signo de que el pescado no se encuentra en buenas condiciones.
Los expertos aseguran que en el caso del pescado fresco los ojos deben ser claros y brillantes, no opacos ni hundidos. Si parecen nublados o turbios, es probable que el pescado no esté en buena condición.
Otro aspecto a tener en cuenta es que para si el pescado está fresco sus branquias deben ser de un color rojo brillante o rosa intenso. Si se ven pálidas o de color marrón, no se trata de un alimento saludable.
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