El panda gigante Tan Tan, una hembra que era la más anciana de su especie de los que se encontraban en zoológicos de Japón, ha muerto a los 28 años mientras esperaba su regreso a China, que fue pospuesto por la covid-19 y posteriormente para recibir tratamiento médico.
La panda, cuya edad equivaldría a más de 80 años humanos, llegó al zoológico de Oji, en la ciudad de Kobe (oeste), en el año 2000 como parte de un programa de reproducción de esta especie.
Tan Tan debía regresar a China en enero de 2020, pero su marcha fue pospuesta por el estallido de la pandemia de covid-19. En 2021 comenzó a recibir tratamiento por una enfermedad cardíaca y se optó porque permaneciera en el archipiélago japonés tras consultas entre el zoo y autoridades chinas, en consideración al tratamiento y los riesgos que entrañaría para su salud el traslado.
El zoo de Oji retiró a Tan Tan de la vista pública en la primavera de 2022 por su condición, ampliamente seguida por la población local, donde el animal era muy querido y se le apodaba ‘kobe no ojousama’, que podría traducirse como ‘la querida de Kobe’ o ‘la niña de Kobe’.
La panda nació en un centro de cría en la provincia china de Sichuan (centro) el mismo año del gran terremoto de Kobe, 1995, por lo que los locales sentían un especial apego por el animal.
Según el zoológico, que anunció su muerte este lunes, Tan Tan se mostraba menos activa y dormía más tiempo desde el pasado otoño y su estado había empeorado progresivamente desde el 15 de marzo. El día 31 sufrió un paro cardiopulmonar, sin que pudiera ser reanimada, según recogió el diario local de Kobe.
Tan Tan fue uno de los pandas enviados a Japón en el marco del programa de reproducción conjunta entre este país y China.
El panda gigante es una de las especies más vulnerables en el reino animal debido a la dificultad que tiene para reproducirse, un problema derivado de la pérdida de hábitat y la endogamia, y por el corto período fértil de las hembras, de unas 36 horas al año.
El zoológico de Kobe logró con éxito inseminar a Tan Tan de Kou Kou, el macho que solía habitar en las instalaciones, en dos ocasiones, pero ninguna de las dos crías sobrevivió. Después de que Kou Kou muriera repentinamente en 2010, Tan Tan se convirtió en el único miembro de la especie en las instalaciones niponas.
Estaba previsto que Tan Tan permaneciera en Japón hasta finales de 2024 de cara a su regreso a China. EFE