Los partidos que actualmente están en Moncloa perderían el control total si hoy hubiese elecciones, al ceder entre los dos hasta 21 escaños de máxima (17 como mínimo) desde que se celebraron las últimas generales en el mes de julio. Una circunstancia que, de facto, si hoy el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decidiera disolver las Cortes Generales ante el difícil escenario para gobernar que se le puede abrir en el caso de que se reedite en Cataluña una mayoría independentista que pueda interferir en los pactos a nivel nacional, tendría una consecuencia directa. No podría liderar el Gobierno de coalición al no conseguir ser investido ni en primera ni en segunda votación, según arrojan los datos de la encuesta de NC Report para LA RAZÓN.
Por larazon.es
El PSOE, que obtuvo 121 escaños en las pasadas elecciones, hoy cedería entre 6 y 8 escaños, quedándose en la horquilla de los 113 y 115. El partido de Yolanda Díaz, ya sin Podemos, se quedaría en una aritmética que imposibilitaría la reedición del gobierno de coalición, con entre 18 y 20 escaños, perdiendo entre 11 y 13 diputados en su segunda intentona como fuerza nacional. Entre ambos, en la horquilla más alta conseguirían 135 escaños, una cifra insuficiente para retener la Moncloa. La suma con los socios que en noviembre le otorgaron la gobernabilidad no resultaría ahora. ERC, Junts, Bildu, PNV y Coalición Canaria obtendrían los mismos escaños que lograron en el 23J, mientras que el BNG ganaría un asiento. La suma de socios daría 163 escaños, en los vaticinios más altos.
Unos números con los que no podrían disputarse la Moncloa con el bloque de la derecha debido a la subida que lideraría el PP en el mismo tiempo que la izquierda lo ha perdido. El PP subiría entre 25 y 27 escaños quedándose con un cómodo podio, de entre 162 y 164 escaños, a solo doce de la mayoría absoluta. Un trabajo que los populares harían en solitario, puesto que Vox sufriría un severo castigo en las urnas, cediendo entre siete y nueve diputados. Aun así, la suma entre ambos les otorgaría el Gobierno al conseguir una amplia mayoría absoluta con entre 186 y 190 escaños, uno más contando con UPN.
La caída de PSOE y Sumar está marcada por el contexto político actual en el que la izquierda sufre un fuerte desgaste que llega por varias vías. Todos los sondeos han ido avisando al Gobierno de la pérdida de poder electoral si finalmente seguía adelante con su plan de conceder la ley de amnistía a los partidos independentistas a cambio de su apoyo en la investidura. La percepción general era de rechazo por parte de la sociedad, como finalmente se refleja en la encuesta. Tampoco ha ayudado al PSOE el caso de corrupción que todavía asola a sus filas a causa del fraude en la compra de mascarillas, más conocido como «caso Koldo». Los socialistas, en este sentido, ya ceden casi un millón de votos a otros partidos de los cuales hay que prestar atención a los 607.000 socialistas que ahora votarían a Feijóo, mientras que 469.000 afines al PSOE se quedarían hoy en casa si hubiese elecciones generales. Es el partido más castigado por la abstención.
Sumar, por su parte, se ha enfrentado en estos ocho meses a su primera prueba de fuego; retener a partidos hermanos pero celosos de su hegemonía. Primero fue Podemos quien rompió con los de Díaz en el Congreso y, en legislatura, a la vez que se construía Sumar como partido, sus principales socios han ido acotando su camino en sus territorios. También, el PSOE ha ido limitando su poder en el Ejecutivo, en contra de los logros que dejó a la vicepresidenta explotar en el pasado ejercicio, cuando la necesitaba para ganar el 23J. Así, si se repitiesen las elecciones hay 839.000 electores que cogieron la papeleta de la vicepresidenta que hoy no lo harían, de ellos, 398.000 votarían al PSOE. Además, 184.000 simpatizantes se quedarían en la abstención. Podemos, sin embargo, pincha en su pugna abierta con Sumar y en solitario no obtendría ningún escaño.
Mientras que el bloque de la izquierda retrocede como consecuencia de sus peajes para seguir en el poder, el bloque de la derecha sigue creciendo, como ya quedó claro el 23J. Los populares son los que mejor fidelizan a su electorado al retener al 95,8%. Conseguirían entre 25 y 27 escaños más, suma que les dirigiría directamente a la Moncloa. Además, el PP vuelve a recuperar votante al convencer hasta 117.000 votantes que antes preferían a Vox. Logran también 25.000 apoyos de otras opciones y es el partido que más nuevos electores gana, hasta el 44,6% de su voto proviene por parte de esta vía.
La encuesta clarifica también la crisis de Vox. Si bien su resultado permitiría al PP conseguir la mayoría, Santiago Abascal sufre un grave varapalo. Regala hasta 503.000 votos al PP, otros 15.000 electores optarían por otras opciones y 151.000 afines se abstendrían.
En cuanto al apoyo o desgaste de cada líder, ninguno llegaría al aprobado. Feijóo sería el mejor valorado con un 4,5, recabando hasta un 5,5 por parte de Vox y logrando la mejor puntuación entre el electorado más mayor. Le seguiría Pedro Sánchez con un 4,1 y obteniendo el aprobado por parte de los votantes de Sumar. Su mejor puntuación viene también por parte del electorado más experimentado. La vicepresidenta continúa en caída con un 3,9. La mejor nota le llega por parte de los más jóvenes. El presidente de Vox es el peor estimado con un 3,3 y solo cosecha aplausos entre los suyos.
y recaba la mayor parte de su fuerza entre los más jóvenes y los más mayores.