El Gobierno colombiano de Gustavo Petro y el Estado Mayor Central (EMC), la principal disidencia de las FARC, acordaron este viernes “continuar con los diálogos y reiterar los compromisos construidos” tras una reunión extraordinaria celebrada en San Vicente del Caguán por las fuertes tensiones entre ambas partes.
Esta reunión se produce después de que hace dos semanas el Gobierno colombiano suspendiera el cese al fuego bilateral en tres departamentos -Nariño, Cauca y Valle del Cauca- después del ataque del EMC a una comunidad y el asesinato de una líder indígena.
“Hemos analizado las dificultades del cese el fuego, lo relacionado con el decreto de suspensión parcial y los retos para el estricto cumplimiento de los acuerdos y protocolos sobre el cese el fuego y respeto a la población”, indicaron en un comunicado conjunto ambas delegaciones.
Sin embargo, no detallaron si el cese al fuego vuelve a estar vigente en esos departamentos o por el contrario la suspensión se extiende a nivel nacional como se ha especulado después de los ataques de la madrugada de este viernes por parte del EMC a un cantón militar en la ciudad de Cali y con una granada a una estación de Policía de una zona rural del municipio colombiano de Jamundí, ambas en el Valle del Cauca (suroeste).
La reunión extraordinaria se llevó a cabo en San Vicente del Caguán, en el departamento del Caquetá, y se “adoptaron decisiones para el fortalecimiento del Mecanismo de Veeduría, Monitoreo y Verificación Nacional, los regionales ya instalados y los locales”.
Asimismo “se elaboraron planes para poner en marcha acuerdos especiales de transformación territorial en zonas de Caquetá, Guaviare, Meta, Putumayo, Norte de Santander, sur de Bolívar y norte de Antioquia”.
También adelantaron que en el quinto ciclo de las negociaciones, que se celebrarán a finales de mayo, “se evaluarán avances en implementación de los acuerdos parciales, el tratamientos de situaciones críticas del proceso y a iniciativas de interrelación con todos los aspectos de la paz total con justicia social y ambiental”.
El documento, concluyeron, “compromete a la delegación del Gobierno y a las estructuras que representan los firmantes en el caso del EMC de las FARC y también al Frente Carolina Ramírez del Putumayo”.
Una relación tormentosa
La relación entre el Gobierno y el EMC ha estado marcada desde el principio por rifirrafes que han llevado al diálogo establecido entre ambos al borde de la terminación.
El último gran encontronazo llegó con la suspensión del cese al fuego por parte del Gobierno en tres departamentos después de que la disidencia atacara a una comunidad indígena del suroeste del país poco después de cerrar el cuarto ciclo de negociaciones, que se celebró en San José del Guaviare.
Ya durante 2023 se produjo una primera suspensión del cese el fuego pactado en aquel momento por el asesinato de cuatro menores indígenas reclutados por el EMC; mientras que la propia instalación oficial del diálogo de paz se vio retrasada por la falta de acuerdo entre delegaciones.
El EMC está liderado por Néstor Gregorio Vera Fernández, alias ‘Iván Mordisco’, quien no firmó el acuerdo de paz de 2016 entre el Gobierno y las FARC.
EFE