El Tribunal Supremo de Estados Unidos escucha este jueves los argumentos orales para determinar si Donald Trump tiene inmunidad judicial y puede evadir el juicio penal sobre el asalto al Capitolio al haber sido presidente del país.
La audiencia, que ya arrancó, transcurre en paralelo a una nueva jornada del juicio contra Trump en Nueva York por la falsificación de registros contables para comprar el silencio de una actriz porno en la campaña electoral de 2016.
Trump está acusado de cuatro cargos penales en un tribunal federal de Washington por su intento de revertir las elecciones que perdió en 2020 contra Joe Biden y haber instigado el asalto al Capitolio de 2021, pero su defensa solicitó que se anule el juicio alegando que el republicano tiene inmunidad por haber sido presidente.
Tanto la jueza que lleva el caso como la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia desestimaron la petición, de manera que Trump elevó el caso al Supremo, que lo admitió a estudio en febrero.
Si bien no consta en la Constitución ni en las leyes, los presidentes de Estados Unidos en activo han gozado históricamente de una inmunidad absoluta frente a procesos judiciales relacionados con sus funciones para así evitar una violación a la separación entre el poder ejecutivo y el judicial.
Los abogados del republicano alegan que los expresidentes también tienen inmunidad penal por actos cometidos durante su mandato, pero la fiscalía defiende que no pueden estar por encima de la ley.
Se desconoce cuándo el Supremo emitirá su fallo sobre la inmunidad de Trump, aunque suele publicar sus decisiones en junio, antes del receso de verano.
La fiscalía está presionando para que tome una decisión rápida y puedan reiniciarse los preparativos del juicio del asalto al Capitolio, que debía haber arrancado el pasado 4 de marzo.
La estrategia de Trump, en cambio, pasa por dilatar el proceso judicial hasta después de las elecciones de noviembre, dado que si regresa a la Casa Blanca podría ordenar al Departamento de Justicia dar carpetazo a los cargos federales en su contra.
La decisión que tome el alto tribunal, con tres de sus nueve jueces nombrados por el propio Trump, no solo afectará al juicio pendiente en Washington, sino también al que tiene en Florida por haberse llevado ilegalmente documentos clasificados y el de Georgia por haber intentado revertir las elecciones en ese estado.
EFE