La inflación en Estados Unidos retomó su tendencia alcista en marzo y llegó a 2,7% interanual frente a 2,5% en febrero, según el índice PCE, el preferido de la Reserva Federal, que se reunirá la semana que viene para decidir sobre las tasas de interés.
Los analistas esperaban un incremento de precios a 12 meses de 2,6%, según el consenso reunido por MarketWatch.
En la medición mes a mes, en cambio, la inflación se mantuvo con una variación de 0,3%, en línea con lo esperado por los analistas, lo cual tranquilizó al mercado.
La inflación subyacente, que excluye los precios más volátiles de alimentación y energía, también se mantuvo en 0,3% en la comparación mes a mes y en 2,8% en 12 meses, un dato asimismo positivo para los mercados.
La bolsa de Nueva York abrió así al alza el viernes, satisfecha con los datos de inflación, aunque también impulsada por los buenos resultados de Alphabet y Microsoft, que comienzan a obtener beneficios de sus inversiones en inteligencia artificial.
En los primeros intercambios, el Dow Jones se mantenía estable (+0,01%), el tecnológico Nasdaq ganaba 1,34% y el S&P 500 0,65%.
Datos mixtos para la Fed
El reporte publicado el viernes por el Departamento de Comercio estadounidense señaló también que los ingresos de los hogares registraron un crecimiento más fuerte en marzo que en febrero, de 0,5% frente a 0,3%. Sin embargo, el aumento del gasto fue del 0,8%, igual que en el mes anterior.
Estos datos muestran “que la economía sigue avanzando y que la inflación es alta”, sostuvo Rubeela Farooqi, economista jefe de High Frequency Economics.
Si bien la inflación ha disminuido drásticamente desde 2022, sigue siendo un desafío en Estados Unidos.
El índice PCE es el más seguido por la Fed, que tiene el objetivo de llevar el aumento de precios a 2% anual.
Este repunte sostiene su postura prudente y paciente antes de la reunión de su Comité Monetario (FOMC) la semana próxima, que debería mantener sus tasas de referencia en el rango de 5,25-5,50%, un máximo en más de dos décadas, una vez más, razona Farooqi.
Las tasas altas encarecen el crédito y desalientan así el consumo y la inversión, bajando presiones sobre los precios.
Otro índice de inflación, el IPC de precios al consumo, también repuntó el mes pasado, a 3,5% en 12 meses.
Este dato llevó al presidente de la Fed, Jerome Powell, a advertir que haría falta “más tiempo de lo previsto” para que el organismo tenga confianza en un retorno duradero a una inflación baja.
Los mercados, que hasta hace poco espraban un primer recorte de tasas en junio, apuntan ahora a setiembre, o incluso noviembre, según la estimación de CME Group. Esto se debe sobre todo a que el mercado laboral sigue firme, con una tasas de desempleo muy baja de 3,8% en marzo.
De todos modos, el dato de actividad económica en Estados Unidos publicado el jueves dio cuenta de los efectos de la política restrictiva de la Fed, con un crecimiento que se moderó fuertemente en el primer trimestre.
La tasa anualizada para el PIB marcó una expansión de 1,6%, frente al 3,4 % del cuarto trimestre de 2023, según la primera estimación del Departamento de Comercio.
Los analistas esperaban un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 2,2% entre enero y marzo, según el consenso de Market Watch. Estados Unidos publica su crecimiento a una tasa anualizada, que compara el PIB con el del trimestre anterior y luego proyecta la variación para todo el año al ritmo de esos tres meses.
En la comparación con el último trimestre de 2023, la economía se expandió apenas 0,4% en el primer cuarto del año.
Contrariamente al dato de inflación, los números del PIB son alentadores para quienes esperan un recorte de tasas que le de un empuje a la mayor economía mundial.
Los datos llegan en plena campaña electoral, con el presidente Joe Biden intentando convencer al electorado aún escéptico de que la economía va en la dirección correcta antes de los comicios de noviembre. AFP