El asesino despiadado que casi 100 años después imitó los crímenes de Jack, el destripador

El asesino despiadado que casi 100 años después imitó los crímenes de Jack, el destripador

Peter Sutcliffe vivía en Bradford, en el corazón de la zona de “El Destripador de Yorkshire”

 

Olivia Reivers, una prostituta de 24 años, dejó solos a sus hijos de 3 y 5 años y fue a reunirse con su novia, Denise Hall, de 19. Quería ganar algo de dinero. Eran ya las nueve de la noche cuando las dos jóvenes caminaban por el barrio rojo de Sheffield. Olivia se acercó al conductor de un Rover marrón. Tenía buena apariencia, barba bien recortada y cabello oscuro y ondulado. Olivia aceptó la oferta de 10 libras. Fueron cerca, hasta Melbourne Avenue, y estacionaron en la entrada de la sede de la Asociación Británica de Productores de Hierro y Acero. Olivia solía llevar allí a sus clientes, un lugar tranquilo y aislado.

Por: TN





Hubo un problema, él no había podido excitarse, a pesar de los variados intentos de Olivia, por lo que hablaron durante un tiempo. Ella pensó que era un homosexual reprimido. El conductor llevaba en la guantera un martillo de punta redonda, un trozo de cuerda y un cuchillo. Estaba esperando la oportunidad de sacar a la mujer afuera. Mientras esperaba el momento propicio, el sargento Robert Ring y el agente Robert Hydes recorrían Melbourne Road. Cuando vieron el Rover pensaron que era una prostituta con un cliente. Era el 2 de enero de 1981. Fueron a interrogarlos. El automovilista dijo que se llamaba Peter Williams y que la chica era su novia, pero el policía Ring recordó la cara de Olivia.

Los policías estaban del lado de la acompañante y hablaban con ella cuando Peter aprovechó para sacar de la guantera el martillo y el cuchillo y se lo guardó entre las ropas. El tal Peter pidió permiso a los policías para ir a hacer pis. Caminó por la oscuridad hasta la entrada de un edificio donde había unos arbustos. Soltó el martillo y el cuchillo y regresó al auto.

A los policías, ni se les pasó por la cabeza la mínima sospecha sobre el caso que revolucionaba a Gran Bretaña desde 1975 cuando comenzó la cacería del nuevo “Jack El Destripador”, pero esta vez se trataba del “Destripador de Yorkshire”, el asesino que realizaba mutilaciones abdominales y genitales así como extracción de órganos a sus víctimas, que siempre eran mujeres, vulnerables, desprotegidas, débiles, la mayoría prostitutas. Hasta 1981, había matado a 13 pero se sospechaba que habían sido más, y había agredido brutalmente a siete dejándolas con lesiones que les hacían desear la muerte, todas en el norte de Inglaterra, en el condado de York.

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