The Economist: Cuidado, los yihadistas globales (y el Estado Islámico) vuelven a la carga

The Economist: Cuidado, los yihadistas globales (y el Estado Islámico) vuelven a la carga

FOTO DE ARCHIVO: Un miembro del Estado Islámico (ISIS) ondea una bandera en Raqqa, Siria, el 29 de junio 2014. Sus militantes están retornando. Los ataques de marzo en Moscú donde murieron 140 personas en un teatro fueron una muestra de su vigencia (Reuters)

 

 

 





Cuando el 22 de marzo unos yihadistas se abrieron paso a tiros por el Crocus City Hall de Moscú, matando a más de 140 asistentes a un concierto e incendiando el recinto, las agencias de inteligencia de todo Occidente se quedaron atónitas. Fue la advertencia más clara de que el Estado Islámico (ISIS), aparentemente aplastado hace cinco años, está volviendo a cometer actos espectaculares de terrorismo internacional. Los países occidentales temen convertirse en objetivos.

El pavor es más profundo en Francia y Alemania, que acogen este verano dos de los mayores acontecimientos deportivos del mundo: los Juegos Olímpicos y la Eurocopa de fútbol 2024. La ceremonia flotante a lo largo del Sena para inaugurar los Juegos Olímpicos de París se ha reducido para limitar el riesgo; también se está preparando un «Plan B». “Si se puede con Moscú, se puede con París”, explica Gilles Kepel, experto en yihadismo. ”Moscú podría ser un entrenamiento para los Juegos Olímpicos”.

El terrorismo es un espeluznante teatro de violencia, para el que los megaeventos ofrecen un tentador escenario. Septiembre Negro, un grupo palestino, acaparó la atención del mundo cuando tomó como rehenes a nueve atletas israelíes en los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972. Le gusta atacar en lugares grandes y concurridos: el teatro Bataclan de París en 2015, el estadio de Manchester en 2017 y ahora el Crocus City Hall.

En la actualidad, Occidente se ha alejado en gran medida de la larga “guerra contra el terror”, después de haber gastado mucha sangre y tesoro para destruir a los principales grupos yihadistas. Pero los extremistas están de nuevo en marcha. Han resurgido en paraísos antiguos y nuevos, y prosperan en el ciberespacio. Además, es casi seguro que la guerra de Israel en Gaza radicalizará a una nueva generación.

La historia del yihadismo global es una historia de reinvención bajo la presión de Occidente. Tras el 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos y sus aliados derrocaron a los talibanes en Afganistán y expulsaron a Al Qaeda. Las fuerzas estadounidenses mataron a su líder, Osama bin Laden, en Pakistán en 2011. Después, su sucesor, Ayman al-Zawahiri, fue eliminado por un ataque con dron en Kabul en 2022. Al Qaeda aún no ha nombrado un nuevo líder. Mientras tanto, ISIS, la progenie aún más gratuita de Al Qaeda, causó sensación al labrarse un “califato” en amplias zonas de Irak y Siria en 2014, atrayendo a voluntarios de Europa y otros lugares. Su último bastión fue destruido en 2019 y ha perdido cuatro líderes desde que comenzó ese año.

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