Venezolana y su familia llevan ocho días varadas a orillas del río Bravo

Venezolana y su familia llevan ocho días varadas a orillas del río Bravo

Foto: Edgar García / El Heraldo de Juárez

 

María Martínez es una migrante venezolana con título profesional, pero que salió de su país por la situación de la inflación debido al mal gobierno y el problema de inseguridad que tiene a Venezuela sumergido en la pobreza.

Por El Heraldo de Juárez





Licenciada en Administración de Empresas, María, de 57 años, comenta desde el bordo del río Bravo que a esa edad ya debería estar pensionada, sin embargo, la pensión tan solo es de 3 dólares y medio por mes después de haber trabajado durante 25 años.

“El mal gobierno que tenemos en el país y que tiene a Venezuela sumergido en la pobreza, en la pobreza, porque no es posible que una familia venezolana gane 3 dólares y medio al mes para mantener a tres chavos, es difícil, es por eso la razón que salimos”, sentenció.

La señora María Martínez es una de cientos venezolanos que han salido de su país por la situación política que viven y que cada vez hay más pobreza y ahora están en esta frontera esperando el momento para cruzar al río Bravo y entregarse a las autoridades de Estados Unidos para ser procesos y buscar el sueño americano.

Agregó que a pesar de que Venezuela es un país muy rico, carecerán de todo porque el gobierno los tiene restringidos.

FOTO: Edgar García / El Heraldo de Juárez

 

Para poder salir de Venezuela y buscar cruzar a Estados Unidos, tuvieron que sacrificar lo poco que tenían para poderlo invertir en este viaje, “no ha sido fácil, nos han robado, nos han quitado el dinero, ya vez cómo estamos durmiendo (a orillas del río Bravo), mira los niños como están sin comer, sin plata porque ya no tenemos”.

María Martínez llegó a esta frontera en tren hace ocho días junto con la caravana de migrantes venezolanos.

Aseguró que Migración ha sido demasiado fuerte en toda la travesía de territorio mexicano, porque les ha tocado correr, han golpeado a mujeres, les han quitado los teléfonos y el dinero como si fuéramos delincuentes.

Expuso que en vez de ayudarles las autoridades mexicanas, los han tratado mal, a pesar de que realmente no quieren quedarse en México, sino que la meta es terminar de llegar a Estados Unidos.

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