Porto Alegre vive una crisis sin precedentes: prácticamente toda la ciudad está sin agua, electricidad ni suministros. Y el panorama es desolador porque no se avecina una pronta mejoría. La subida del río Guaíba anegó este lunes dos barrios más del centro de la ciudad, que está inundada desde el viernes pasado.
Por infobae.com
El agua invadió los barrios de Cidade Baixa y Menino Deus, obligando a evacuar a centenares de habitantes de esas zonas, así como a varios residentes de los hoteles que se encuentran en el sector.
La nueva inundación se produjo por la desconexión de una bomba de drenaje, que se realizó por recomendación de la compañía de electricidad para evitar cortocircuitos, según informó el alcalde de Porto Alegre, Sebastião Melo, en una rueda de prensa.
El río Guaíba se desbordó el viernes y el domingo alcanzó su máximo histórico, un nivel de 5,31 metros, más de dos metros por encima de la cota de desbordamiento.
Este lunes, el nivel del río descendió tan solo tres centímetros, y se mantienen inundados numerosos barrios de la ciudad, capital del estado de Rio Grande do Sul, así como municipios enteros de la zona metropolitana, donde viven 4,3 millones de personas.
Porto Alegre se encuentra prácticamente aislada. El aeropuerto está cerrado desde el sábado y la estación de autobuses, también inundada, desde el domingo.
Los temporales han destruido numerosas infraestructuras, como puentes y carreteras, cuya reconstrucción demandará “miles de millones”, de acuerdo a cálculos preliminares de algunos miembros del Gobierno nacional.
Al menos 42 carreteras de la región continúan con bloqueos totales o parciales y miles de personas tienen cortes de agua o de electricidad en sus viviendas.
Por qué se inundó Porto Alegre
La cuenca del Guaíba recibe toda su agua de los ríos Taquari, Jacuí y Caí, los más afectados por las torrenciales lluvias. Juntos, representan alrededor del 90 % del volumen total del Guaíba, que tiene más características de lago que de río y un flujo naturalmente lento.
Las intensas lluvias concentradas en cuatro días provocó que el Guaíba pasara de cerca de 2 mil metros cúbicos por segundo a 25 mil metros cúbicos por segundo. En consecuencia, el agua subió extremadamente rápido.
Otro problema es que no baja con esa velocidad y por eso persisten las inundaciones. El lento flujo se debe al extraordinario volumen de agua y también al hecho de que Guaíba fluye por un estrecho paso hacia la Laguna de los Patos, de unos dos kilómetros de ancho.
Atravesando una situación de calamidad pública, Porto Alegre viene sufriendo inundaciones debido a las crecidas del Guaíba, principal vía que abastece a la ciudad. Tan solo en la última semana, el nivel subió más de dos metros por encima del nivel de inundación y alcanzó este lunes un nivel récord, de 5,33 metros. El límite máximo sin correr riesgos es de 3 metros.
A esto se suma la geografía de la central fluvial de Rio Grande do Sul. Hay una serie de afluentes del interior del estado que desembocan en el Guaíba, que en condiciones normales no genera problemas de inundaciones.
Con el aumento de las precipitaciones, aumenta la cantidad de agua que alimenta el río, que por otro lado enfrenta dificultades para desembocar en la Laguna de Los Patos.
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