La incansable búsqueda de vida alienígena ha llevado a los especialistas a apuntar sus telescopios y planificar misiones hacia rincones insólitos y distantes del universo
Si hay vida más allá de nuestro planeta, hasta ahora ha mantenido un silencio inquietante. Esa fue la observación del físico Enrico Fermi, quien se preguntó: “¿Dónde están todos?” en un debate sobre la existencia de vida extraterrestre. Sin embargo, esta conocida paradoja de Fermi no ha frenado el impulso de los investigadores por sondear el cosmos en búsqueda de señales de vida.
Por Infobae
Estos son algunos de los destinos más prometedores donde esta indagación se está llevando a cabo:
Calisto
La misión Galileo, que estuvo en órbita alrededor de Júpiter de 1995 hasta 2003, fue pionera en la observación detallada de Calisto, uno de los satélites más voluminosos de Júpiter. Galileo descubrió indicios de posibles océanos de agua en estado líquido bajo la corteza de Calisto, además de identificar que la tenue atmósfera de esta luna contenía hidrógeno, dióxido de carbono y oxígeno, elementos esenciales para la posibilidad de vida.
El Explorador de Lunas Heladas de Júpiter (JUICE) de la Agencia Espacial Europea, lanzado en 2023 y con llegada prevista a Júpiter en diciembre de 2031, tiene programados 21 vuelos cercanos a Calisto. Este proyecto podría esclarecer definitivamente la presencia de un océano subterráneo en Calisto, de acuerdo con información de LiveScience y Space.com.
Encélado
En 2017, durante su viaje hacia Saturno, la sonda Cassini realizó una visita a Encélado, uno de los satélites más voluminosos de dicho planeta. De acuerdo con información de Space.com, dicha expedición reveló la presencia tanto de agua en estado líquido (ubicada en océanos subterráneos) como de moléculas orgánicas, elementos cruciales para la existencia de vida.
Satélite Europa
Europa, el cuarto satélite en tamaño orbitando Júpiter, es considerado por la NASA como “uno de los lugares con mayor potencial para albergar vida en nuestro sistema solar”. Se estima que bajo su corteza helada se oculta un extenso océano de agua salada, con un volumen que supera al total de los océanos terrestres, y que podría contener compuestos orgánicos.
Los expertos sugieren que las corrientes marinas podrían mezclar continuamente este agua, lo que significa que cualquier forma de vida microbiana presente podría dispersar indicios detectables en la superficie congelada del satélite. La misión Europa Clipper de la NASA, prevista para lanzarse en este año, efectuará vuelos cercanos para inspeccionar la capa exterior de Europa y verificar la presencia de este océano subyacente.
Marte
Marte, semejante a Venus, fue en tiempos pasados un planeta con características parecidas a las de la Tierra ya que albergaba cuerpos de agua como lagos y ríos, y tenía un clima más cálido. Incluso actualmente podría contener depósitos de agua líquida a varios kilómetros bajo su superficie. Esta característica lo destaca como un posible hogar para evidencias de vida, probablemente en forma microbiana y localizada bajo su superficie, en caso de que haya existido alguna.
El vehículo explorador Mars 2020 Perseverance, una entre varias misiones enviadas a Marte, logró aterrizar en el cráter Jezero en 2021. Actualmente, está examinando muestras de rocas provenientes de lo que fue el lecho de un lago antiguo y de otros lugares, en la búsqueda de indicios que puedan señalar la presencia pasada de vida.
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