El sol brillaba, pero el aire todavía estaba frío en la isla Seokmodo, Corea del Sur, en abril. Park Jung-oh estaba de pie en la orilla del mar arrojando al agua botellas de plástico llenas de arroz con Corea del Norte como destino final.
Por BBC Mundo
Aunque Park ha estado enviando estas botellas durante casi una década, no había podido hacerlo abiertamente desde junio de 2020, cuando Corea del Sur prohibió el envío de material “anti-Corea del Norte” a través de la frontera.
“Enviamos las botellas porque la gente de la misma nación se muere de hambre. ¿Está tan mal?”, preguntó el hombre de 56 años.
Aunque en septiembre pasado el Tribunal Constitucional anuló la prohibición, Park no quiso llamar la atención de inmediato.
Esperó durante meses y finalmente eligió el 9 de abril para volver a arrojar botellas de plástico a plena luz del día. Se pronosticaba que el flujo y reflujo del mar sería más pronunciado, de modo que las botellas podrían llegar más rápido al Norte.
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