Michael Meyden, el padre de Oregón que supuestamente alimentó a tres niñas con batidos de mango con drogas en una fiesta de pijamas, intentó suicidarse en marzo, preocupando a las familias de sus presuntas víctimas, que ahora temen que sea más peligroso que nunca.
Por New York Post
“Estamos aterrorizados”, dice un familiar cercano de una de las tres víctimas de 12 años, cuyas identidades están siendo protegidas por las autoridades.
“No tiene absolutamente nada que perder. ¿Qué le impide venir a la casa? Es un hombre desesperado que lo perdió todo y eso lo hace muy peligroso”.
Según documentos judiciales presentados por el fiscal adjunto de distrito del condado de Clackamas, Bryan Brock, Meyden, de 57 años, fue hospitalizado en marzo después de una sobredosis del sedante lorazepam.
El aparente intento de suicidio asustó a las familias de las víctimas, quienes ven el acto desesperado de Meyden como una amenaza al bienestar de las niñas.
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