La oposición venezolana viene realizando una inusual campaña presidencial protagonizada por dos figuras: la ganadora de las primarias María Corina Machado, a quien se le ha prohibido buscar un cargo de elección pero está haciendo campaña por su reemplazante, el antes casi desconocido Edmundo González.
Por Vivian Sequera / reuters.com
Ambos están empleando una retórica emocional, pidiendo a los votantes que apoyen los cambios que, según dicen, conducirán a más libertad y al posible regreso de unos 7 millones de migrantes que han huido de la crisis económica de Venezuela.
La oposición participará en una contienda presidencial por primera vez en una década, tras no correr en 2018. El mandatario Nicolás Maduro, del partido gobernante, busca su tercer periodo al frente del país.
El gobierno de Maduro llegó a un acuerdo con la oposición el año pasado para celebrar elecciones, lo que llevó a Estados Unidos a aliviar temporalmente las sanciones petroleras a Venezuela. Luego, en abril, Washington volvió a imponer medidas por no hacer lo suficiente para que el proceso electoral fuera justo.
Los encuestadores han dicho que la campaña de Machado en todo el país, en la que promociona a González mostrando un afiche con su rostro, ha aumentado el reconocimiento de los votantes hacia él y podría atraer la mitad de todos los votos, en comparación con un tercio para Maduro.
«El 28 de julio vamos a ganar con nuestro candidato Edmundo, vamos a liberar a Venezuela y traeremos a nuestros hijos de vuelta a casa», dijo Machado ante una multitud que lo vitoreaba el fin de semana en un evento conjunto en La Victoria, la ciudad natal de González, en la provincia central de Aragua.
Bajo un sol abrasador, Machado, una ingeniera industrial de 56 años, cuya prohibición de ocupar cargos públicos fue confirmada por el Tribunal Supremo en enero, caminó entre una multitud de simpatizantes.
El mitin del sábado no contó con escenario, luces ni sistema de sonido. Machado, quien dice que su prohibición es ilegal, habló desde la plataforma de un camión y les dijo a los espectadores que si votan por González, la oposición unida ganará.
Los comentarios del ex diplomático González, de 74 años, nombrado candidato de la oposición en abril, fueron interrumpidos por cánticos y vítores.
«Jamás habíamos visto a una persona que no es el candidato haciendo campaña», dijo Heberto Leal, de 70 años, de la ciudad petrolera de Maracaibo, que sufre constantes apagones.
Machado «es la líder del movimiento que cambió a Venezuela y ha hecho despertar a tanta gente que no creía», dijo Leal, añadiendo que González «es la garantía para recuperar a Venezuela».
Para una población cansada de las dificultades económicas, la falta de servicios públicos y el costo de la migración, la retórica emocional de Machado y González podría dar frutos, incluso sin una discusión sobre políticas específicas, dijo Oswaldo Ramírez, director de la firma de analistas ORC. Consultores.
«De cierta manera me atrevo a decirte que por ahora esos temas duros de política pública al elector no le están importando», sostuvo Ramírez. «En el fondo lo que quieren es prosperidad, esa prosperidad expresada en la posibilidad de tener una mejor calidad de vida».
González «no es una figura que encarne un liderazgo propio, sino que es el abanderado de una causa», dijo Luis Peche Arteaga, de la consultora Sala 58.
Maduro, cuyo gobierno ha dicho que González es un «títere» de Estados Unidos, tampoco ha enfatizado políticas específicas durante su campaña, sino que ha dicho que la oposición es la «oligarquía fascista» que no está interesada en los pobres de Venezuela.
Todavía existe el riesgo de que el gobierno, el Tribunal Supremo u otra autoridad retire a González de la boleta, lo inhabilite de su cargo o incluso cancele o retrase las elecciones, dijeron analistas.
También hay dudas sobre si Maduro reconocería una victoria de González y si el candidato de la oposición podría asumir el cargo en enero, en caso de ganar.