La historia de Ángel y Karelis Contreras no es muy distinta a la de otros migrantes venezolanos que han sido tocados por la tragedia, en su afán de alcanzar el denominado “sueño americano”.
Por Diario La Nación
La joven pareja es oriunda de Socopó, estado Barinas, son padres de dos niños, una niña de 5 años y uno de 10. La situación del país y las ganas de darle a sus hijos una mejor calidad de vida, sembró en ellos la idea de migrar. Así que en agosto de 2023 decidieron hacerlo, pero en pareja, dejando a los niños en Socopó, con su familia. Luego los llevarían con ellos.
Ángel y Karelis tomaron la vía difícil pero la más usada por los venezolanos para llegar a Estados Unidos. Se fueron por la peligrosa Selva del Darién, la cual enfrentaron con éxito y lograron llegar a México, tras cruzar varios países, durante un largo y extenuante viaje.
Llegan a México y allí esperan por tres meses el proceso migratorio, viviendo en los refugios habilitados para los migrantes. En enero de 2024 logran entrar a Estados Unidos.
Aunque lograron llegar a Maryland en Washington, la joven pareja no tenía un trabajo estable. Y Ángel comienza a ganarse la vida como delivery. La pareja no tenía idea de lo que estaba por ocurrirles.
La tragedia
El domingo 19 de mayo, Ángel realizaba el trabajo acostumbrado en su motocicleta, cuando se ve inmiscuido en una balacera. El joven recibe dos impactos de bala, uno en la cabeza y uno en el abdomen, y hoy día se debate entre la vida y la muerte.
Se encuentra recibiendo tratamiento y atención médica en un hospital de Maryland, pero los costos de estos servicios son muy elevados. Karelis ha tenido que abandonar el trabajo que había iniciado para cuidar de su esposo.
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