Pocos casos han capturado la atención pública con tanta intensidad como el del asesino conocido como el falso ‘monje Shaolín’. A días de cumplirse 11 años del crimen que dejó perplejo a más de uno en Bilbao, España, se recuerda la historia de Juan Carlos Aguilar, el hombre quien detrás de la fachada de ‘tranquilidad’ que pretendía proyectar ocultaba un perturbador secreto que finalmente se reveló en 2013, sacudiendo a la comunidad vasca.
Por El Tiempo
Aguilar, un hombre que se presentaba como líder espiritual y maestro de artes marciales, se transformó en una figura de terror cuando sus crímenes salieron a la luz. Sin embargo, su historia se remonta mucho más atrás, a una infancia marcada por la violencia y la inestabilidad, elementos que, según algunos informes, podrían haber contribuido a su camino hacia la violencia.
Juan Carlos Aguilar regresó de China a su país de origen, España, en el año 2010. Fue después de su retorno cuando comenzó a presentarse como un maestro espiritual y a construir su fachada como “monje”. Con esa apariencia, años después, cometió los crímenes por los que sería condenado; sin embargo, el Templo Shaolín de España negó tener relación con el hombre.
La historia de los crímenes
El 1 de junio de 2013, la vida de Jenny Sofía Rebollo, una mujer colombiana de 40 años, llegó a un trágico final en el gimnasio de Aguilar.
Rebollo, cuya historia personal estuvo marcada por luchas internas y desafíos, se convirtió en la primera víctima de los crímenes del falso ‘monje Shaolín’.
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