Los CDI en Monagas se caen a pedazos ante “los ojos de Chávez”

Los CDI en Monagas se caen a pedazos ante “los ojos de Chávez”

Los CDI chavistas se caen a pedazos ante “los ojos de Chávez”

 

 

 





Aunque han pasado casi seis meses de la promesa que hiciera el presidente de la Misión Barrio Adentro, Yovani Peña, de reparar el 50 % de los Centros de Diagnóstico Integral (CDI) en el primer semestre del año, estos continúan en paupérrimo estado.

Corresponsalía lapatilla.com

Tal es el caso del CDI ubicado en el sector Los Godos de Maturín, cuya infraestructura sigue en la misma precariedad, principalmente afectada por las filtraciones.

Los pacientes que allí acuden denuncian que con el inicio de las lluvias, los pasillos se anegan, retrasando el ingreso al recinto mientras el personal de limpieza saca el agua.

“Anteriormente, esto era muy bueno, aunque el problema de la inundación siempre lo ha tenido, pero ahora es peor por el deterioro que tienen los techos. Hoy, por ejemplo, tuvimos que esperar que sacaran toda el agua de los pasillos para poder entrar y que nos atendieran, inclusive las personas que van a sus terapias de rehabilitación. No podemos negar la atención de los médicos y enfermeras, pero las condiciones son terribles”, expresó Mercedes Brito.

Los CDI en Monagas se caen a pedazos ante “los ojos de Chávez”

 

 

 

Los pacientes se refirieron además a las condiciones de los baños de este centro de salud, pues afirman que la falta de agua hace que desmejore el servicio.

Yasmín Figuera, quien es personal de mantenimiento de ese CDI, manifestó que desde hace más de 10 años, este centro “se está cayendo” y no hay quien se aboque en atender esta situación.

Aunque afirma ser chavista, señala que el régimen “tiene que prender la luz y ver lo que está pasando en todos los CDI”.

Al momento de comenzar la pauta en este centro asistencial, una empleada, presuntamente asistente de la directora, intimidó a las corresponsalías de lapatilla.com, Qué pasa en Venezuela, El Oriental y La Prensa de Monagas, con aplicarles la ley del odio. La trabajadora advirtió que la labor de los comunicadores sociales podía “incitar a la violencia y al odio”.