El papa Francisco sostuvo este miércoles durante la audiencia general en la Plaza de San Pedro que existe una “libertad mala” que “permite a los ricos explotar a los pobres” y “a los fuertes explotar a los débiles”.
“La libertad que permite a los ricos explotar a los pobres es una libertad mala. Es la que permite a los fuertes explotar a los débiles y a todos explotar impunemente el medio ambiente”, exclamó Francisco durante la catequesis, que dedicó a la figura del Espíritu Santo.
El papa insistió en que ésta “no es la libertad del espíritu”, que es “una libertad muy especial, muy distinta de la que comúnmente se entiende” porque “no es para hacer lo que uno quiere, sino para hacer libremente lo que Dios quiere. No es para hacer el bien o el mal, sino libertad para hacer el bien y hacerlo libremente”.
En cambio, la “libertad mala” se convierte, según el pontífice, en un “pretexto para la carne”, y citó una lista de actividades “siempre actual” de las que desemboca esta “libertad mala”, como “fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, brujería, enemistades, discordias, celos, disensiones, divisiones, facciones, envidias, borracheras, orgías y cosas semejantes”.
Ante los miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, a la que Francisco llegó a bordo del papamóvil junto a cuatro niños, también pidió una vez más por el fin de las guerras en “la martirizada Ucrania, Palestina, Israel y Myanmar (Birmania)”.
“Que el mundo no sufra tanto por las guerras”, sentenció. EFE