Las transacciones pagadas con tarjetas de crédito extranjeras están ayudando a que circulen más divisas en Venezuela, donde el gobierno ha fijado un tipo de cambio como parte de los esfuerzos para controlar la inflación de dos dígitos, dijeron cuatro fuentes del sector público y de las finanzas.
Por Reuters
Las transacciones no han dejado de crecer desde que el gobierno del presidente Nicolás Maduro, que se presenta a la reelección en julio, flexibilizó los controles de divisas hace cinco años, permitiendo un mayor uso de dólares estadounidenses junto a la moneda local, el bolívar.
Cuando los venezolanos con cuentas bancarias en el extranjero utilizan tarjetas extranjeras, su banco fuera de Venezuela envía los fondos a su banco intermediario local en dólares.
El banco local puede entonces vender los dólares, sumándose a la limitada oferta de divisas y ayudando al gobierno a mantener el tipo de cambio en 36,4 bolívares por dólar y a controlar la inflación, que fue del 59,2% en los 12 meses hasta mayo.
El gobierno de Maduro está buscando elevar su recaudación de impuestos para tener fondos que dirigir a los trabajadores públicos, dijeron fuentes a Reuters, mientras busca ganar su apoyo en las urnas.
«Estas divisas ayudan a sostener el mercado cambiario», dijo una fuente del sector público que pidió no ser nombrada.
Alrededor del 11% de las transacciones en supermercados, farmacias y otros comercios se realizan con tarjetas internacionales, frente al 8% del año pasado, dijo en marzo el analista local Ecoanalitica.
Los bancos locales venden unos 60 millones de dólares al mes procedentes de transacciones con tarjetas de crédito y débito extranjeras, según estimaciones del sector financiero.
Los compradores suelen ser empresas minoristas o industriales que necesitan divisas para pagar las importaciones.
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