El presidente Biden dijo a los gobernadores demócratas el miércoles por la noche que se sometió a un chequeo médico después del desastroso debate de la semana pasada e insistió en que goza de buena salud.
Por New York Post
Pero la breve visita al médico fue sólo para evaluar un aparente resfriado persistente y “no fue un examen físico”, dijo un asistente de la Casa Blanca a The Post y otros medios de comunicación.
“No se realizó una serie de pruebas” para evaluar la salud general del presidente, reconoció el funcionario.
“Varios días [después del debate], se vio al presidente revisando su resfriado y se estaba recuperando bien”, aseguró el subsecretario de prensa de la Casa Blanca, Andrew Bates, en un comunicado.
La revelación del presidente de 81 años a los más de 20 gobernadores (10 de los cuales aparecieron en persona en el Ala Oeste) se produjo cuando uno de los líderes estatales le preguntó sobre su condición física.
Biden respondió que se había hecho un chequeo médico unos días antes y afirmó que estaba sano, tocando madera para lograr un efecto, indicaron dos fuentes a Politico.
Horas antes, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, se negó a responder directamente las preguntas de los periodistas sobre si la salud del presidente había sido evaluada profesionalmente después del debate.
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