La Guaira, una vez más, se convirtió en el epicentro de un sabotaje por parte del régimen marcado por la astucia y la estrategia.
Por Corresponsalía lapatilla.com
Lo que debía ser el inicio de la campaña electoral de María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, se vio “opacado” por una acción coordinada por el chavismo, conocida como el “Programa de la Jornada Social de la Sterling”. Esta actividad, programada con precisión, parecía tener un objetivo claro: desviar la atención y reducir el impacto del evento opositor.
El cronograma del chavismo para el día comenzó a las 7:00 a.m. con la “Toma del Territorio por parte del Gremio de Motorizados”. Esta actividad, claramente destinada a marcar presencia y establecer control sobre la zona, fue seguida a las 9:00 a.m. por una “Asamblea de Ciudadanos con las Comunidades de El Respiro Alta y Baja, Mirabal 1, 2 y 3”. La intención detrás de estos encuentros era reunir a los residentes y generar una atmósfera de apoyo y legitimidad para las acciones del régimen.
El punto culminante del día, y quizás el más estratégico, fue programado para desarrollarse desde las 11:00 a.m. hasta las 4:00 p.m. Durante este periodo, se instalaron clínicas móviles ofreciendo servicios de salud gratuitos, puestos de alimentación, barbería, y varios otros servicios comunitarios bajo el lema “Alegría para mi Comunidad”. Estas ofertas, diseñadas para atraer a la población incluyeron también la presencia de la Jefatura Civil, el Registro Civil y otros servicios gubernamentales esenciales.
A pesar de la minuciosa planificación, la respuesta inicial a estas actividades fue sorprendentemente tibia. En las primeras horas de la mañana, las esperadas multitudes no se materializaron. Las comunidades de El Respiro Alta y Baja, Mirabal 1, 2 y 3, en su mayoría no respondieron al llamado del régimen.
Sin embargo, alrededor de las 11:00 a.m., la situación comenzó a cambiar. Poco a poco, algunas personas se acercaron al lugar, atraídas por los servicios gratuitos y las ofertas presentadas.
Para María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, este acto de sabotaje no pasó desapercibido.
La táctica de ofrecer servicios comunitarios en paralelo al evento opositor es un testimonio del miedo que siente el chavismo en medio de la campaña electoral presidencial.