Una nueva ley de DeSantis afecta la alimentación a personas de bajos ingresos en Florida

Una nueva ley de DeSantis afecta la alimentación a personas de bajos ingresos en Florida

Scott Olson/Getty Images

 

A partir del 1° de julio de 2024, Florida implementa nuevas y más estrictas regulaciones en su Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) con el objetivo de fomentar la autosuficiencia entre sus beneficiarios. SNAP es un programa federal que proporciona asistencia alimentaria a personas y familias de bajos ingresos, ayudándoles a adquirir alimentos nutritivos.

Por Mundo Deportivo





DeSantis: cambios en la alimentación a personas de bajos ingresos

El año pasado, la Ley de Responsabilidad Fiscal de 2023 elevó la edad máxima para que los adultos sanos sin dependientes cumplan con los requisitos laborales; pasó de 49 a 52 años.

A partir de octubre, este límite aumentará nuevamente a 54 años. Además, el Departamento de Niños y Familias de Florida extendió estos requisitos a los adultos de hasta 59 años y aumentó las horas obligatorias en el programa de empleo y capacitación (SNAP E&T) de 80 a 120 horas por mes. Estos cambios, formalizados en un nuevo proyecto de ley, implican que el incumplimiento puede resultar en sanciones y pérdida de beneficios.

Existen exenciones para ciertos grupos vulnerables, como mujeres embarazadas, personas sin hogar, veteranos, personas con limitaciones físicas o mentales, y jóvenes de hasta 24 años que estuvieron en hogares de acogida al cumplir 18 años.

Reacciones ante la medida de Ron DeSantis

El representante Adam Anderson, republicano de Palm Harbor, defendió el proyecto de ley al afirmar que “sustituye la asistencia con oportunidades”. Sin embargo, los críticos advierten que estos cambios pueden perjudicar a los residentes mayores, quienes ya enfrentan problemas de inseguridad alimentaria.

El Florida Policy Institute destacó que muchos residentes mayores en Florida podrían enfrentar serias dificultades debido a los nuevos requisitos.

Estos cambios se suman a la reciente reducción de beneficios SNAP para 2.8 millones de floridanos tras el fin de las asignaciones de emergencia relacionadas con la pandemia de COVID-19.

Además, la decisión del estado de no participar en el programa federal Summer EBT, que podría haber proporcionado $120 adicionales para alimentos a cada niño elegible durante el verano, afectó a aproximadamente 2.1 millones de niños de bajos ingresos, resultando en una pérdida de más de $250 millones en ayuda federal.

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