Un hombre de California se ha ganado una pena de al menos 25 años tras las rejas por el escalofriante crimen de asesinar y decapitar a su propia abuela, antes de deshacerse sin piedad de su cabeza junto a un arroyo.
Por Mirror
Luis Gustavo Aroyo-López, de 24 años, con un prominente tatuaje de “420” estampado en su frente, se declaró culpable del macabro asesinato el mes pasado tras la muerte de Elvia López-Aroyo, de 64 años. El juez lo sentenció a cadena perpetua con derecho a libertad condicional después de 25 años, a los que se le agregaron siete años adicionales por agredir a un guardia mientras estaba encerrado, según revelaron los registros judiciales.
El jueves, en el tribunal, los familiares denunciaron al asesino, diciendo que se hacía pasar por un “gangsta” cuando en realidad no es más que un “cobarde” absoluto, según el Press Democrat. Gabriela Mejía, la nuera de la víctima, expresó el profundo dolor de la familia, diciendo: “Lo que hizo dejó a la familia muy herida”, y agregó: “Pedimos justicia porque lo que hizo fue inhumano”.
El 2 de noviembre por la tarde, alrededor de las 3:40 p. m., los oficiales del Departamento de Policía de Santa Rosa fueron convocados a la cuadra 2500 de Pomo Trail, donde se toparon con la espantosa imagen de López-Aroyo decapitado y sin cabeza. Más tarde se confirmó que Aroyo-López había llevado a cabo un “ataque selectivo antes de irse con la cabeza de la víctima femenina”, según un escalofriante comunicado de prensa.
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