J.D. Vance ha tenido varias presentaciones ante el pueblo estadounidense: como autor de unas memorias sobre lo que aflige a la clase trabajadora blanca, como senador republicano recién elegido en su estado natal de Ohio y, este lunes, como candidato de su partido a la vicepresidencia.
Por CNN
Su esposa, Usha, ha estado a su lado en todo momento.
Mientras la delegación de Ohio coreaba el nombre de su marido en la sala de la convención republicana de Milwaukee, Usha Vance se puso de pie junto al senador de primer mandato y aplaudió cuando fue nominado por votación a viva voz para ser el compañero de fórmula de Donald Trump.
Semanas antes, la abogada litigante y exsecretaria judicial admitió que no estaba “preparada” para cambiar por completo la vida que ella y su marido habían construido juntos o para enfrentarse a la atención que vendría después.
“No sé si alguien está preparado para ese tipo de escrutinio”, dijo a Fox News el mes pasado durante una entrevista conjunta con el senador en su casa de Ohio. “Creo que la primera campaña en la que se embarcó fue un shock. Era tan diferente de todo lo que habíamos hecho antes. Pero fue una aventura”.
Añadió que estaba abierta a ver cómo se desarrollaban las cosas.
Ahora, con J.D. Vance como candidato a vicepresidente de Trump, la pareja se ha embarcado en un viaje aún mayor que la campaña al Senado de 2022 en Ohio.
La elección de Trump del senador, que tiene casi la mitad de su edad y tres hijos pequeños con su esposa, ha infundido a la candidatura una explosión de juventud que podría ser beneficiosa en un ciclo definido por la avanzada edad de los dos candidatos de los principales partidos.
Pero es probable que el senador, que solo lleva en el cargo desde enero de 2023, se enfrente a cuestionamientos tanto por su falta de experiencia política como por su transición de crítico de Trump en 2016 a heredero del movimiento MAGA. Si su campaña al Senado en 2022 es una indicación, Usha Vance puede desempeñar un papel subestimado pero clave para ayudar a presentarlo al público.
“A veces la gente dice que ha cambiado mucho, pero la verdad es que lo conozco desde hace muchos años, y siempre ha sido muy fiel a sí mismo”, dijo a Newsmax durante una entrevista en 2022 con su marido.
Durante años, el senador ha descrito a su esposa como una parte clave de su éxito, remontándose a cuando ambos asistieron juntos a la facultad de Derecho de la Universidad de Yale, donde Usha Vance también se graduó summa cum laude con una licenciatura.
En sus memorias de 2016, “Hillbilly Elegy”, J.D. Vance la describió como su “guía espiritual de Yale”, que le ayudó a navegar por la vida en la elitista universidad donde se conocieron.
“Ella entendía instintivamente las preguntas que yo ni siquiera sabía hacer, y siempre me animaba a buscar oportunidades que yo no sabía que existían”, escribió. Ambos se casaron en una ceremonia interreligiosa en Kentucky en 2014 -la familia de Usha Vance es hindú, mientras que su marido se convirtió al catolicismo en 2019-.
Hija de inmigrantes indios, Usha Chilukuri creció en un suburbio de San Diego. Después de la universidad —dos estancias en Yale y un máster en Filosofía en la Universidad de Cambridge- ha sido secretaria de dos jueces del Tribunal Supremo: Brett Kavanaugh, cuando formaba parte del Tribunal de Apelaciones del Circuito del Distrito de Columbia de Estados Unidos, y el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts.
En 2015, comenzó como asociada en Munger, Tolles & Olson, un bufete de abogados con oficinas en Los Ángeles, San Francisco y Washington, DC. Continuó trabajando en el bufete entre pasantías, donde -según una versión archivada de su biografía de empleada- manejó “litigios civiles complejos y apelaciones” en sectores que incluían “educación superior, gobierno local, entretenimiento y tecnología, incluidos semiconductores”.
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