El expresidente y candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, perdió una oportunidad de acercarse a los votantes indecisos en su discurso de la convención de su partido, al salirse del guión y volver a su lenguaje tradicional durante una larga hora y media de prime time televisivo este jueves.
“Trump comenzó muy fuerte. Estaba haciendo justo lo que necesitaba: mostrar que no es el gran lobo que pintan los demócratas (…) El mensaje de unidad es justamente el que los votantes que no quieren ni a Biden ni a Trump quieren escuchar”, indicó en The Hill este viernes el columnista Keith Naughton.
En un discurso excesivamente largo, Trump decidió olvidarse del ‘teleprompter’ y regresó a su lenguaje habitual para denunciar la persecución judicial a la que, en su opinión, le someten los demócratas y a atacar a la inmigración con bulos como que el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, ha decidido luchar contra la delincuencia en el país mandando a los criminales a Estados Unidos.
Para el columnista de Político Jeff Greenfield, el exmandatario demostró que “incluso tras una experiencia que para cualquiera hubiese sido de cambio vital, Trump siguió siendo Trump”.
Finalmente, el discurso de Trump desmintió a aquellos analistas y comentaristas republicanos que durante la convención aseguraron que el intento de asesinato del pasado sábado en Pensilvania había traído al magnate “un sentido de humildad, serenidad y otra visión de la vida”.
La columnista de The New York Times Pamela Paul indicó este viernes que el mandatario sí fue cauto en un punto: no dio aire a las teorías de la conspiración sobre la responsabilidad del Servicio Secreto en el magnicidio y defendió con claridad al cuerpo encargado de su seguridad como expresidente y candidato presidencial.
Incluso el periódico conservador Washington Examiner coincide en que Trump comenzó a ofrecer una nueva imagen al comienzo para volver a su típico perfil al ataque y fuera de guión.
“En la primera parte del discurso, la que seguramente vieron más televidentes, presentó a millones de personas un Trump con el que no están familiarizados”, indicó en un comentario Byron York en el Washington Examiner.
Para Matt Labash, excolumnista de la publicación conservadora The Weekly Standard, el nuevo Trump “no duró ni un quinto del discurso. La humildad es una apuesta perdedora en el universo Trump”, señaló.
David Ignatius, uno de los columnistas más influyentes del país, aseguró en el diario The Washington Post que Trump tuvo una primera mitad de discurso de “B+” y acabó con un discurso “C-” con una diatriba “predecible que pareció perder hasta la audiencia cautiva de la convención”, con un público visiblemente cansado al final de la intervención.
EFE