Después de 25 años de tragedia continua, con sus altas y bajas, gracias al precio del petróleo, estamos encima de un volcán. La destrucción del país ha sido generalizada, y los destructores amenazan con guerras civiles e insurrecciones militareras, ante el rechazo masivo de la población.
El poder establecido no concibe una alternativa a su despotismo y depredación. Están dispuestos a ultimar la destrucción del país, con tal de mantener el continuismo.
La abrumadora mayoría del pueblo quiere que esta tragedia sea superada, y se abran caminos para la reconstrucción de la nación. Pero los mandoneros del poder quieren lo contrario. Seguir mandando, es decir, liquidando a la patria.
El volcán está lleno de lava. De un lado la gente que ansía cambio, del otro los que se proponen impedirlo por las malas y las peores.
Ojalá hubiera términos medios. Espacios para una salida en paz. No se ven esos horizontes.
El volcán tiene fecha. Esperemos que la lucha por el cambio no sea abrasada por el poder. Luchemos para salvar al país del volcán.