La vicepresidenta Kamala Harris, probable candidata presidencial demócrata y ex fiscal general de California, enfrenta nuevas críticas por su papel en las políticas de ciudades santuario antes del asesinato en 2015 de Kathryn Steinle, de 32 años, y ha recordado a muchos que los demócratas han impedido repetidamente que la “Ley de Kate” se apruebe en el Senado.
Por New York Post
Los republicanos del Congreso elaboraron la legislación, también llamada Ley para Detener el Reingreso Ilegal, en respuesta al asesinato en San Francisco, donde Harris fue fiscal de distrito entre 2004 y 2011, cometido por José Inez García-Zarate, un ciudadano mexicano de 56 años.
García-Zarate tenía siete condenas por delitos graves al momento de su arresto final y había sido deportado de Estados Unidos a México seis veces. En cada una de ellas volvió a ingresar al país ilegalmente.
El caso desató una polémica durante otra carrera presidencial.
Donald Trump, ex y actual candidato republicano, dijo entonces que el asesinato era “otro ejemplo de por qué debemos asegurar nuestra frontera de inmediato”.
La candidata demócrata Hillary Clinton incluso admitió que San Francisco había “cometido un error” al permitir que García-Zarate permaneciera en el país.
Harris fue criticada por contribuir a las políticas de ciudades santuario durante sus mandatos como fiscal del distrito y procuradora general que, según algunos, permitieron que el pistolero residente ilegal permaneciera en Estados Unidos durante demasiado tiempo.
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