Los cinco días transcurridos desde el lanzamiento a toda velocidad de la campaña de la vicepresidenta Kamala Harris han transformado la carrera para 2024 y han dado a los demócratas nuevas esperanzas de evitar una segunda presidencia de Donald Trump.
Por CNN
En las redes sociales han surgido memes a favor de Harris. La recaudación de fondos se disparó, y la campaña de Harris dijo que había recaudado US$ 126 millones entre el domingo por la tarde y el martes por la noche. Y los demócratas estaban más dispuestos a dedicar su propio tiempo a trabajar para elegir a Harris: más de 100.000 personas se inscribieron como voluntarios para su candidatura, y más de 2.000 solicitaron puestos de trabajo en la campaña, dijo el miércoles Jen O’Malley Dillon, presidenta de la campaña de Harris. Las nuevas encuestas muestran una carrera en la que Trump había estado a la cabeza y que ahora no tiene un líder claro.
Todo ha dejado claro lo desesperado que estaba gran parte del Partido Demócrata por un cambio en la cabeza de la candidatura, y lo ansiosos que están sus donantes y leales por respaldar a una candidata que pueda enfrentarse a Trump de forma más coherente y agresiva.
El presidente de la AFL-CIO de Michigan, Ron Bieber, describió la energía en su estado —uno de los campos de batalla más importantes de noviembre— como “eléctrica”.
“Nunca he visto una energía como esta, a estas alturas de un ciclo electoral”, dijo.
El mensaje demócrata es prácticamente el mismo. Aunque Harris le ha dado su propio giro, gran parte de los temas en los que se ha centrado en los últimos días –defender la libertad reproductiva de las mujeres, rechazar las “políticas económicas de goteo”, defender las normas y los valores democráticos– reflejan lo que el presidente Joe Biden había defendido en campaña.
Sin embargo, el mensaje se está transmitiendo con mayor claridad a través de una nueva mensajera, cuyas enérgicas actuaciones en la campaña de los últimos días han puesto al descubierto las limitaciones de Biden, de 81 años.
La fuerza del lanzamiento de Harris ha sorprendido por momentos incluso a los antiguos miembros del personal de la campaña de Biden que el domingo se encontraron de repente trabajando para lo que se convirtió en la campaña de Harris.
Es demasiado pronto para sacar muchas conclusiones sobre cómo el ascenso de Harris cambia una carrera que durante mucho tiempo había parecido una revancha entre Biden y Trump. Harris aún no ha elegido compañero de fórmula y recién lanzó este jueves el primer anuncio televisivo de su campaña. Faltan pocas semanas para la Convención Nacional Demócrata.
Y Harris y Trump podrían debatir, el tipo de enfrentamiento que atraería a decenas de millones de espectadores y podría cambiar la trayectoria de la carrera.
Aunque Trump dijo a principios de esta semana que no se ha comprometido a debatir con Harris, la vicepresidenta dijo este jueves que ella participaría en el debate del 10 de septiembre que ABC había programado originalmente entre Trump y Biden.
“Creo que los votantes merecen ver la pantalla dividida que existe en esta carrera en un escenario de debate y por eso, estoy lista. Vamos”, dijo a los periodistas tras aterrizar en la Base Conjunta Andrews después de un viaje de campaña a Houston.
Se trata de una carrera inestable, aunque hay indicios de que Harris está mejorando los puntos débiles de Biden entre los votantes más jóvenes, los no blancos y las mujeres.
Trump, tras sobrevivir a un intento de magnicidio y presentar los argumentos de su partido en la Convención Nacional Republicana de la semana pasada, se encontraba en una carrera de margen de error con Harris —49% frente al 46% de ella— en una encuesta de CNN/SSRS entre votantes registrados de todo el país publicada el miércoles.
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