La pérdida de un ser querido, ya sea familiar, amigo o conocido es una situación devastadora y de las más tristes en la vida. De hecho, es común afirmar cuántos años uno envejece al transitar una situación tan dolorosa como esa.
Por Infobae
Ahora la ciencia se ha encargado de verificar el dicho popular y comprobar que perder a alguien cercano puede hacer que envejezcamos más rápido. Según la ciencia, el envejecimiento biológico es el deterioro gradual del funcionamiento de las células, los tejidos y los órganos, lo que conlleva un mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas.
Un grupo de científicos, que miden este tipo de envejecimiento mediante marcadores de ADN conocidos como relojes epigenéticos, decidió realizar una investigación científica para desentrañar por qué las personas que perdieron a un padre, pareja, hermano o hijo mostraban signos de una edad biológica mayor en comparación con quienes no habían experimentado tales pérdidas.
El trabajo fue realizado por investigadores de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia y el Centro de Envejecimiento Butler Columbia, basados en el análisis de datos casi 4000 participantes del Estudio Longitudinal Nacional sobre la Salud de Adolescentes a Adultos de EEUU.
“Pocos estudios han analizado cómo la pérdida de un ser querido en diferentes etapas de la vida afecta a estos marcadores de ADN, especialmente en muestras de estudio que representan a la población estadounidense. Nuestro estudio muestra fuertes vínculos entre la pérdida de seres queridos a lo largo de la vida, desde la infancia hasta la edad adulta, y un envejecimiento biológico más rápido en los EEUU”, explicó la científica Allison Aiello, profesora de longevidad saludable en la Escuela de Epidemiología James S. Jackson y autora principal del estudio.
Para leer la nota completa, aquí