Todos sabemos que el pasado 28 de Julio, en la elección presidencial y superando todos los obstáculos, la aspiración de cambio de la mayoría escogió a Edmundo González Urrutia (EGU) como el presidente que asumirá el destino del país a partir del 10 de enero de 2025.
El régimen de Maduro se niega a aceptar el mandato del Soberano y ha puesto en marcha un mecanismo de desconocimiento que es, simultáneamente, fraude y golpe de Estado.
La oligarquía oficialista, por la vía del presidente del CNE, dio a conocer unas cifras sin coherencia interna y sin publicar los resultados desglosados estado por estado, municipio por municipio y mesa por mesa, para lo cual la Ley Orgánica de Procesos Electorales le impone un lapso de 48 horas.
Aduciendo un ataque cibernético desde Macedonia del Norte (hecho desmentido por el Centro Carter y por el propio gobierno macedonio en términos enfáticos) los voceros de la trampa olvidaron un detalle: La transmisión de resultados desde cada una de las 30.026 mesas hasta la Sala de Totalización del CNE se realiza telefónicamente dado lo cual, el supuesto “hackeo” (del cual no hay pruebas) es una acción ilógica e inútil. Se trata de un falso positivo para tratar de imponer el fraude.
ESCALADA REPRESIVA
La avalancha de votos a favor del cambio originó, con desespero e improvisación, la ilegal proclamación de Maduro sin la publicación por parte del CNE de los resultados desglosados por estado, centro y mesa, a lo cual esta obligado por la Ley de Procesos Electorales.
Las numerosas movilizaciones populares que se produjeron a lo largo y ancho del país fueron masivas y pacíficas, aunque las agresiones de algunos cuerpos de seguridad y de bandoleros afectos al régimen han cobrado por lo menos 24 vidas, con cientos de heridos y más de 2.200 detenidos arbitrariamente entre los cuales se encuentran reconocidos dirigentes políticos como Freddy Superlano (VP), William Dávila (AD), Richard Granadillo (MAS), Henry Alviárez, Dignora Hernández y Magalli Meda (Vente), al igual que Roland Carreño y ocho periodistas y reporteros gráficos, asi como defensores de derechos humanos y abogados. Cabe destacar que hasta un periodista como Eugenio Martínez que durante años ha cubierto la fuente electoral en el CNE, está siendo amenazado junto a su familia.
Sin embargo, hubo algunas manifestaciones en las que se observó la negativa de oficiales y efectivos de reprimir a mansalva, en actitud de cierta rebeldía a las órdenes de Maduro.
La represión indiscriminada y delirante que ha asumido Maduro, se ha incrementado notablemente en las últimas horas, con la anulación de pasaportes, la suspensión de redes sociales (X, WhatsApp y Signal) y la aberrante práctica de violar la intimidad de los ciudadanos al exigirles sus teléfonos móviles para revisar sus contenidos. Los reportes de razias de este tipo en barrios populares y en unidades de transporte público son alarmantes. También se reportan prácticas de extorsión: Dólares o cárcel.
Seguiremos con otros aspectos destacables, no sin antes manifestar nuestra solidaridad con los afectados por el terrorismo de Estado, repudiando los asesinatos, las agresiones y las amenazas, exigiendo justicia para todas las víctimas y reclamando la libertad inmediata de los detenidos.
Maduro debe recordar que su oferta de un baño de sangre es una confesión anticipada de los crímenes de lesa humanidad en los que continúa incurriendo y por los que ya tiene abierto un expediente en la Corte Penal Internacional.
EL MÉTODO DEL RECURSO ANTE EL TSJ
El usurpador Maduro, consciente de la gravedad del delito que está cometiendo, busca una lona jurídica para ocultarlo.
Así nace un adefesio jurídico que con la denominación de “amparo contencioso electoral ” introdujo el propio Nicolás Maduro el miércoles 31 de julio.
Dos días después fueron citados los candidatos presidenciales y aunque todos los asistentes ( Edmundo Gonzalez Urrutia decidió no hacer acto de presencia) manifestaron la falta de claridad y legalidad del método escogido por Maduro, sólo uno de ellos, Enrique Márquez, decidió no firmar el documento final y expresó su posición, no sólo ante los medios, sino en confrontación verbal directa ante el accionante.
Sus palabras expresan una duda razonable: “La verdad es que vine a ver de qué se trataba y me voy igual. No sé de qué se trata esto. La Sala Electoral admite un recurso contencioso electoral del presidente de la República, que fue declarado ganador por el Consejo Nacional Electoral. ¿Contra quién concurre el presidente de la República?”.
Y luego sugiere lo que pretende el oficialismo: “Y espero que este asunto de hoy, que no sé exactamente qué es, en la Sala Electoral no sea utilizado para que el CNE se esconda bajo la toga de los magistrados y no de frente a la situación que se está planteando en el país”.
El miércoles 7 de julio fueron citados Edmundo González Urrutia (esta vez justificó su ausencia mediante un documento) y los representantes de los partidos que lo respaldaron: Manuel Rosales (UNT) , José Luis Cartaya (MUD) y Simón Calzadilla (MPV), con la presencia inexplicable y amenazante de Tarek William Saab.
Es necesario subrayar que en su misiva Edmundo González Urrutia expresó: “No se ha producido debidamente una totalización oportuna y basada en actas de escrutinio puestas a disposición de las organizaciones políticas y candidatos participantes, ni se han realizado todas las auditorías ordenadas por la normativa vigente.”
Los tres representantes de los partidos llegaron juntos a la sede del Poder Judicial, comparecieron por separado y al salir Manuel Rosales habló en nombre de todos, ratificando la posición de exigir la publicación de las actas por parte del CNE.
Simón Calzadilla, en declaración individual, abundó en detalles acerca del procedimiento alterado y fue abruptamente interrumpido por el canal el Estado. Posteriormente, recibió amenazas del “fiscal” Tareck William Saab.
Las declaraciones de Antonio Ecarri y de otros candidatos, parecen indicar que el mal llamado “recurso” puede tener, además del papel distractor y ocultista, el de instrumento para el acoso judicial.
La ronda de comparecencias ante el TSJ la cerró el viernes 9 de agosto Diosdado Cabello. Nada parece indicar que haya presentado nuevos recaudos. Su declaración ante los medios fue la repetición de la mentira, buscando que se transforme en verdad.
LA PRESIÓN INTERNACIONAL
Una importante actividad de actores internacionales trata de evitar que Maduro se atrinchere en posiciones antidemocráticas.
Las más importantes misiones de observación aceptadas por el régimen (recordemos que incluso expulsó a los invitados en carácter de acompañantes de la Plataforma Unitaria Democrática) han sido tajantes en la crítica al fraude y en el reconocimiento a la victoria de EGU.
Jennie Lincoln, jefa de la misión del Centro Carter, ratificó desde EEUU la evaluación que había emitido preliminarmente desde Caracas: “El Centro Carter ha analizado los números disponibles junto a otras organizaciones y universidades y confirma a Edmundo González Urrutia como el ganador con más del 60% de los votos.”
En igual sentido se ha expresado Alejandra Barrios a nombre de la Misión de Observación Nacional colombiana, otra de las pocas instancias autorizadas para supervisar la elección presidencial.
En América y Europa, hablando de gobiernos e instancias internacionales, se ha consolidado la convicción de que González Urrutia ganó la elección, quedando la acción de Maduro como un intento de fraude evidente.
Ya no se trata solamente de Estados Unidos y los gobiernos que por razones ideológicas pudieran ser considerados “adversarios naturales” de Maduro.
El comunicado conjunto (firmado en Bogotá el pasado 8 de agosto) de Brasil, Colombia y México, países encabezados por líderes de izquierda, no puede ser más demoledor: “Al tomar nota del proceso iniciado ante el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ) en torno al proceso electoral, (los tres países) parten de la premisa de que el CNE es el órgano al que le corresponde, por mandato legal, la divulgación transparente de los resultados electorales”.
En una posición más exigente se ubica el presidente chileno Gabriel Boric, quien abiertamente reconoce el triunfo de Edmundo González Urrutia , pero favorece las gestiones de Lula, Petro y López Obrador.
También desde el campo de la izquierda, Matías Capuleto, coordinador del Grupo de Puebla, ha hablado en nombre del expresidente de gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmando su posición a favor de la publicación de las actas.
Algunos comentaristas opinan que el silencio de Rodríguez Zapatero obedece a su intención de ser un intermediario aceptable entre las partes, hecho no confirmado hasta ahora.
La que si está confirmada es la disposición de Maria Corina Machado y Edmundo González Urrutia a dialogar con representantes del régimen para lograr una salida a un conflicto que, por disposición constitucional, debe resolverse antes del 10 de enero de 2025.
Una auditoría internacional imparcial de todo el proceso, desde la apertura de las cajas con las constancias físicas (votos) hasta la totalización, pasando por las actas en poder de las partes en conflicto en presencia de sus testigos, podría ser un mecanismo a considerar.
Sería una vía excepcional, causada por el intento de fraude de Nicolás Maduro.
Ese procedimiento tendría como paso inicial un acuerdo de garantías para la dirigencia del oficialismo, que le permita el encauzamiento democrático de la fuerza que aún posee y así pensar en su futuro político una vez fuera del poder, sobre lo cual ya se han planteado algunas ideas desde el movimiento Futuro de Héctor Rodríguez , gobernador de Miranda y también el gobernador de Carabobo, Rafael Lacava.
Ciertamente en la cúpula madurista, después de la derrota, el ambiente es cada vez más enrarecido por la desconfianza, las intrigas y las descalificaciones que se intercambian los hermanos Rodríguez, Diosdado Cabello y Padrino López. Mientras que Cilia y Nicolás, sospechan de todos.
LA CARTA DE ARIAS CÁRDENAS, EL LEGADO DE CHÁVEZ Y LA FANB
La reaparición de Francisco Arias Cárdenas pareciera estar conectada a esa posibilidad. Sin desconocer a Maduro se pronuncia por la publicación de las actas: “Aplicación urgente y plena de la ley electoral para que se confirme, con actas y auditorías inobjetables, el triunfo que asignó el CNE al presidente Maduro”, y más adelante agrega: “En el gobierno estamos obligados a revisarnos y cambiar profundamente en el discurso y en la práctica hacia el compromiso que tenemos con nuestra gente que padece dentro del país y la que emigra. El deber de esforzarnos para que el pueblo nuestro sienta y compruebe en su vida diaria cambios necesarios para mejores condiciones; el deber de alcanzar logros en todas las áreas: en lo espiritual, en lo material, en lo personal y en lo familiar.”
Es evidente que la ruptura de su largo silencio es un paso calculado: Se siente, con razón, un referente histórico del chavismo.
Previendo un escenario donde su partido termine fuera del gobierno, pero con fuerza para una recuperación futura, sabe que los responsables de este desastre deberán pagar la factura y él, menos afectado, podría jugar un papel importante.
Sus palabras también tienen eco en la FANB. Conoce ese mundo y ese mundo lo conoce. Sabe que las penurias que vive la inmensa mayoría de los hombres y mujeres de armas y sus familiares son las mismas de quienes el 28 de julio votaron por cambiar las cosas y sabe que ellos conocen lo ocurrido.
En este momento de órdenes indignas, causantes de responsabilidades penales individuales, nada más sano que responder como cuerpo y no como secta conspirativa ante la violación flagrante, masiva e indiscriminada de todos los derechos humanos.
Finalmente, unas palabras para reconocer el papel del binomio Edmundo González Urrutia y María Corina Machado, junto a la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), que a partir de la contundente victoria del 28 de julio, y frente al zarpazo fraudulento de Maduro, han asumido con serenidad y determinación la dirección política de un proceso complejo en el que se presentan distintas opciones para defender la elección de EGU como presidente de la República. Hoy no vamos a considerar esos posibles escenarios. Solo señalaremos que el fraude está acompañado, como ya es evidente, de una violación sistemática y grotesca de los derechos humanos.
El desafío que tenemos por delante es defender nuestra victoria y evitar que un Nicolás Maduro desesperado y aislado trate de convertir su derrota en un régimen aún peor que el existente en cuanto a la destrucción del país y sus habitantes, solo
para mantenerse en el poder como sea, consolidando la dictadura en base a la mentira, la violencia y el terror.
Perseverancia. Seguimos en la lucha por la libertad y la democracia de Venezuela.