Walter Molina: El chavismo tiene dos armas para mantener su poder, la fuerza bruta y el terror psicológico

Walter Molina: El chavismo tiene dos armas para mantener su poder, la fuerza bruta y el terror psicológico

FEDERICO PARRA/AFP via Getty Images)

 

El politólogo Walter Molina asegura que el chavismo tiene dos armas para mantener su poder, la fuerza bruta y el terror psicológico.

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A través de las redes sociales el politólogo compartió un mensaje en el que se refirió a los últimos acontecimientos presenciados en el país tras la elección presidencial.

A continuación mensaje íntegro

El régimen chavista solo tiene dos armas para mantener su poder; una es la fuerza bruta que ya ha mostrado durante las últimas dos semanas y la otra es el terror psicológico contra una sociedad que ha manifestado su irreversible deseo de cambio. El primero busca quebrarnos físicamente y el segundo mentalmente. Para este último no solo usa los videos editados mostrados por la DGCIM o el SEBIN donde se ufanan de las detenciones arbitrarias y la tortura, sino también la narrativa que busca vender que “ya no se puede hacer nada” pues ellos tienen un poder inquebrantable. Y es en este punto donde operan (y siempre han operado) los propagandistas que durante mucho tiempo se vendieron como “analistas”, encuestadores, académicos, empresarios, periodistas y un largo etc.

Estos propagandistas tienen la función principal de mentir. De ser agentes de la posverdad. De tergiversar. Y lo hacen pues, tal como desarrolló Anne Applebaum, la mentira no solo es una herramienta para desinformar, sino que es fundamental para desmoralizar a la población. El objetivo de esta propaganda no es necesariamente convencer a la gente de una sola verdad, sino inundar el espacio público con tantas mentiras y contradicciones que la verdad se vuelve difícil de distinguir. Esto, a su vez, desanima a la población a actuar, ya que la confusión y la desesperanza les hacen sentir que la resistencia es inútil. O es lo que ellos intentan, al menos.

¿Quiénes son ellos? Los que forman parte de una pequeña élite leal que Bruce Bueno de Mezquita y Alastir Smith catalogan como “coalición ganadora”. Es decir, ese grupito que se beneficia económicamente del dolor de cada venezolano (lobistas y bonistas, por ejemplo). Por eso no verás en sus “análisis” nada referente a la violación masiva de derechos humanos, al fraude electoral, a la corrupción o la persecución. Ellos se limitarán a hablar sobre las sanciones y a sembrar la creencia de que Nicolás Maduro es un ser invencible con el cual es mejor llevarnos bien para estar menos mal.

Pero, como la venezolana es hoy una sociedad clara y decidida, estas narrativas ya no calan. No les funciona (y es por eso que deciden bloquear Twitter y otras redes). Si el tirano está desnudo ante el mundo, sus propagandistas lo están ante nosotros. No pudieron posicionar que “Venezuela se arregló”, ni que “la gente no habla de política”, ni tampoco que “la Primaria no serviría y nadie está pendiente de ella”, ni mucho menos que “había un empate técnico” o que “la organización para defender el voto no era buena”. Cada mentira que intentaron vender les salió mal y a cada un de ellas, la gente los cacheteó. Son hoy bufones con tarima pero sin público. Tienen el aparato de propaganda para ellos pero no lectores que les crean.

Sepan, venezolanos/as, que si estos sujetos que desde el 28 de julio estuvieron en silencio salen hoy a intentar desmoralizarnos, es porque así se los ha ordenado sus jefes (es decir, quienes ocupan, por la fuerza, el poder). Y ello es una muestra clara de que saben que no han podido paralizar ni nuestras mentes ni nuestros deseos de libertad. Así que, cuando usted vea al señor de Datanálisis o a esa banda de mediocres mercaderes escribiendo desesperadamente, tómelo como una pequeña victoria contra la barbarie y sus aliados.