El candidato independiente Robert F. Kennedy Jr. anunció el viernes en Arizona la suspensión de su candidatura independiente a la Casa Blanca, y pidió el voto para el expresidente republicano Donald Trump en 10 estados que considera decisivos. En el resto, aseguró en su discurso, solicitó a sus seguidores que sigan votando por él, pues sólo retirará su nombre de la boleta en esas contiendas clave.
Su equipo de campaña adelantó, unas horas de su discurso, en una corte de Pennsylvania su apoyo a Trump, solicitando su retirada de la boleta allí. El jueves hizo lo mismo en Arizona.
Ambos participan hoy en actos en Arizona, a tan solo unas millas de distancia. Kennedy habló en Phoenix; horas más tarde Trump hará un mitin en la vecina ciudad de Glendale; su campaña avanzó el jueves que tendría “un invitado especial”, sin precisar quién sería.
Hace un año algunos habrían pensado que era inconcebible que Kennedy, miembro de la familia más legendaria de la política demócrata, colaborara con Trump para mantener a un demócrata fuera de la Casa Blanca. Incluso en los últimos meses, Kennedy lo acusó de traicionar a sus seguidores, mientras que el expresidente lo describió como “el candidato de izquierda más radical”.
Pero las dos campañas aumentaron luego sus elogios mutuos y han participado en discusiones tras bastidores en las últimas semanas, según personas familiarizadas con ambas. Ambas campañas han pasado meses acusando a los demócratas de utilizar el sistema legal como arma para su propio beneficio. Y también habían insinuado públicamente que podrían estar abiertas a unir fuerzas, con el objetivo compartido de limitar las posibilidades electorales de la candidata presidencial demócrata, Kamala Harris.
El mes pasado, durante la Convención Nacional Republicana, el hijo de Kennedy publicó y luego borró rápido un video que mostraba una llamada entre su padre y Trump, en la que el expresidente parecía tratar de convencerlo de que se pusiera de su lado.
Las conversaciones entre los dos lados continuaron, y aliados cercanos de Trump presionaron discretamente a Kennedy para que abandonara la disputa y le apoyara, según una persona familiarizada con los esfuerzos que habló bajo anonimato.
Trump le dijo el martes a la cadena CNN que le “encantaría” un respaldo de Kennedy, a quien llamó un “tipo brillante”. También indicó que “ciertamente” estaría abierto a que desempeñara un papel en su Administración si se retira y lo respalda.
La candidata a la vicepresidencia de Kennedy, Nicole Shanahan, sugirió abiertamente esta semana en un podcast que su campaña podría “retirarse ahora mismo y unir fuerzas con Trump”. Si bien aclaró que no está en conversaciones personales con él, consideró la idea de que Kennedy podría unirse a la Administración de Trump como secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
“Creo que Bobby en un papel como ese sería excelente”, afirmó Shanahan, “lo apoyo plenamente. Tengo grandes esperanzas”.
Kennedy, hijo del exfiscal general Robert F. Kennedy y sobrino del expresidente John F. Kennedy, entró por primera vez en la carrera presidencial de 2024 como demócrata, pero abandonó el partido el otoño pasado para contender como independiente.
Construyó una base inusualmente sólida para una candidatura de un tercer partido, impulsada en parte por votantes antisistema y escépticos de las vacunas que han seguido su trabajo antivacunas desde la pandemia del COVID-19. Pero desde entonces se ha enfrentado a finanzas de campaña tensas y crecientes desafíos legales, incluido un fallo reciente de un juez de Nueva York que le impidió aparecer en la boleta electoral del estado porque incluyó una dirección “falsa” en las solicitudes de nominación.
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