La decisión de Denver de recibir a los inmigrantes con los brazos abiertos está provocando un derramamiento de sangre en los suburbios vecinos. Una notoria pandilla carcelaria venezolana se ha instalado en Aurora, Colorado, a pesar de que la ciudad no quería formar parte de la afluencia de solicitantes de asilo en primer lugar.
Por New York Post
Aurora, una tranquila comunidad residencial con una población de 390.000 habitantes directamente al este de Mile-High City, se ha convertido en una base de operaciones para la brutal pandilla Tren de Aragua, que ha tomado el control de varios complejos de apartamentos y ha desencadenado una ola de crímenes violentos.
Denver lidera la nación en llegadas de nuevos migrantes per cápita, con más de 40.000 llegados desde la frontera sur desde diciembre de 2022.
La ciudad ha hecho todo lo posible para brindar ayuda, incluso recortando los servicios de emergencia para ayudar a cubrir el costo, que hasta ahora se estima en más de 68 millones de dólares y sigue aumentando.
Pero Aurora ha dejado en claro que no comparte el deseo de Denver de ser la principal ciudad santuario del país.
En febrero, el Concejo Municipal de Aurora aprobó una resolución por 7-3 que declara enfáticamente que no proporcionará recursos ni apoyo a los migrantes u otras personas traídas a la comunidad desde ciudades vecinas.
“Ha estado bastante tenso aquí, lo estamos sintiendo”, dijo la concejal de la ciudad Danielle Jurinsky, una de las patrocinadoras de la resolución, a “America’s Newsroom” de Fox News.
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