Las cifras que presenta el sector metalúrgico, tanto en el sector público como en el privado, muestran una contracción en la producción para 2024.
Por Nayrobis Rodríguez | Banca y Negocios
En el primer trimestre de este año, la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria) advirtió que en esta área productiva solo estaban activas el 30% de las empresas y a muy baja capacidad.
Francisco Acevedo, primer vicepresidente del gremio, indicó a través de un programa radial en marzo pasado que el declive era ocasionado por la baja demanda y el bajo poder adquisitivo del consumidor.
Unos meses después, el 17 de agosto, Conindustria reveló las cifras de la Encuesta de Coyuntura Industrial cuyos resultados, en líneas generales, indicaron un crecimiento de 23,1 % de la industria privada nacional, con respecto al mismo período del año pasado
Sin embargo, a pesar del crecimiento, hubo sectores que presentaron números en rojo y uno de ellos fue el área de fundición de metal y productos metálicos, con un resultado de -47,7 %.
Las cifras del sector público en cuanto a la producción del metal también demuestran un declive.
César Soto, representante departamental del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y sus Similares (Sutiss) refiere que, aunque ha habido anuncios de mejoras e inversiones a lo largo del tiempo, hasta ahora no se ha concretado una recuperación productiva y actualmente la industria tiene una operatividad de aproximadamente el 19% de la capacidad instalada de toda la cadena de valor del sector.
Para detallar esto, explica que el sector metalúrgico de Venezuela está integrado por tres sub sectores: siderúrgico, fundición y transformación metalmecánica, siendo estos dos últimos los que toma en cuenta Conindustria para la realización de la encuesta.
Sin embargo, las cifras que muestra Soto también apuntan a una contracción general en toda el área de la metalurgia, incluyendo al sector siderúrgico.
“Se mantiene una contracción de la actividad productiva del sector metalúrgico en alrededor del 75% y el porcentaje es mayor en la parte superior de la cadena de valor, minería metálica, siderurgia y reducción de aluminio, cuya caída de producción se ubica, en promedio, en alrededor del 90%”, detalla el sindicalista.
Explica que el descenso se enfoca en sub sectores que producen los semi elaborados y semi terminados de acero y aluminio, los cuales son productos requeridos para la elaboración de productos finales y de consumo en la industria de transformación metalmecánica nacional.
César Soto explica que entre esos productos semi terminados destacan los laminados planos de acero (bobinas y láminas), cuya única planta productora en el país es la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) “que está paralizada desde hace varios años”.
Agrega que la única planta en Venezuela que produce el laminado de aluminio en forma de bobinas es la que pertenece a la Corporación Venezolana de Guayana (CVG Alcasa), “cuya merma de producción es consecuencia directa de la caída de la producción de aluminio primario cercana al 85% en Alcasa y CVG Venalum”.
El representante de Sutiss advierte que una de las causas de la contracción productiva es la caída de la demanda interna y en esto ofrece algunos detalles.
“Y esto realmente no es una causa, sino la consecuencia de que no existe una cartera de proyectos de inversión pública y privada, hay una insuficiencia importante del crédito interno por la disminución de la captación de ahorro. Además, hay cautela de las fuentes de financiamiento foráneo derivada de los análisis de riesgo país y una caída del consumo interno por la precariedad del poder adquisitivo de la población”, indica.
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