Si hay algo que el empresario, multimillonario e innovador Elon Musk no tiene son límites. En su afán por hacer un producto mejor, más rápido, más eficaz o seguro, el dueño de múltiples exitosas compañías siempre está a la vanguardia de un nuevo reto que supere una marca ya registrada.
Por Víctor Ingrassia | Infobae
Parece como si no estuviese satisfecho con lo alcanzado, que siempre está buscando un nuevo desafío para apuntar y superar. Y un ejemplo de ello es la misión espacial Polaris Dawn, donde su empresa SpaceX buscará alcanzar la mayor distancia a la Tierra registrada de la cápsula tripulada Dragon que si todo va bien será lanzada este domingo, luego de dos intentos fallidos, uno por una fuga de helio y otro por malas condiciones climáticas.
Es esta nueva misión espacial que tiene por fin impulsar el turismo espacial, SpaceX planea enviar cuatro personas a la órbita de la Tierra en un audaz vuelo que probará nueva tecnología, expondrá a los astronautas a altos niveles de radiación y potencialmente cambiará la forma en que se realizan las caminatas espaciales futuras, ya que buscará realizar la primera caminata espacial privada de una manera novedosa.
La misión financiada totalmente con fondos privados, llamada Polaris Dawn, está dirigida por el multimillonario Jared Isaacman, quien participó y financió la primera misión espacial privada totalmente civil en 2021, llamada Inspiration 4.
Junto a Isaacman, también viajarán las ingenieras de SpaceX Sarah Gillis y Anna Menon, así como al ex piloto de la Fuerza Aérea Scott Poteet. El equipo pasará cinco días a bordo de la nave Crew Dragon de SpaceX y viajará a 1400 kilómetros de la Tierra, en la misión tripulada más lejana a nuestro planeta desde el vuelo espacial Apolo 17 de 1972 a la Luna, cuando lo normal para los turistas espaciales es alcanzar los 80 km en el avión Virgin Galactic; los 100 km en los cohetes de la empresa Blue Origin de Jeff Bezos o hasta los 400 km que muchos visitantes lograron al habitar la Estación Espacial Internacional en varias ocasiones.
Esa distancia récord para el turismo espacial colocará a la nave a más de 300 kilómetros dentro de los cinturones de radiación de Van Allen, detectados en la primera misión espacial estadounidense en 1958 y que son regiones en el espacio que rodean el planeta y tienen altos niveles de radiación, que no solamente pueden dañar los instrumentos de la nave espacial, sino que también pueden ser riesgosos para la salud humana por las partículas altamente cargadas que tienen.
Será todo un desafío para la cápsula Crew Dragon de SpaceX, que deberá demostrar, de cara a próximas misiones tripuladas a la Luna y a Marte, que las computadoras han avanzado mucho desde los años 70 y la era Apolo, que fue la última vez que los humanos tuvieron que lidiar con el nivel de radiación de Van Allen.
Los planes de la misión espacial es que dos miembros de la tripulación, Isaacman y Gillis, salgan de su vehículo cuando la nave esté situada a unos 700 kilómetros de la Tierra y lo hagan a través de una escotilla con abertura y salida directamente al espacio, lo que hará exponer la totalidad de la cápsula al vacío espacial, en lugar de hacerlo a través de una esclusa de aire, como suelen hacer los astronautas.
Los pasajeros se aclimatarán a condiciones despresurizadas en el transcurso de aproximadamente 45 horas para evitar que entren burbujas de nitrógeno en el torrente sanguíneo, que pueden ser mortales. Eso implica que toda la tripulación y todos los sistemas electrónicos a bordo deberán ser capaces de soportar la radiación de Van Allen.
Pese a que solo dos personas saldrán al exterior, los cuatro deberán ponerse los nuevos trajes espaciales de SpaceX antes de que Isaacman y Gillis comiencen su caminata.
En tierra, la cápsula se sometió a rigurosas pruebas para garantizar que la radiación no queme sus circuitos, dejando varados a los astronautas. Pero los ingenieros saben muy bien que una cosa es un simulador y otra cosa es la realidad. Una cosa es probar el equipo en tierra y otra en el espacio, donde no hay misiones de rescate posibles a esa distancia si algo sale mal.
Las mentes brillantes de SpaceX esperan que la misión brinde información valiosa sobre cómo construir instrumentos y naves espaciales resistentes a la radiación con vistas a futuras misiones espaciales ya sea con turistas o astronautas profesionales.
“Nuestra tecnología actual es cada vez más susceptible a estas partículas aceleradas porque incluso el impacto de una sola partícula puede alterar nuestros instrumentos y dispositivos electrónicos, cada vez más pequeños”, explicó David Sibeck, científico de la misión Van Allen Probes en el Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA, al Centro Espacial de Houston.
“A medida que avanza la tecnología, resulta cada vez más urgente comprender y predecir nuestro entorno espacial”, sostuvo.
“Tenemos mucho que aprender [de esta misión] sobre la salud humana, la ciencia y la investigación”, aseguró Isaacman, un filántropo y billonario estadounidense, fundador de Shift4, que en 2021 financió y participó en el primer viaje espacial realizado por la empresa SpaceX con una tripulación únicamente compuesta por civiles, llamado Inspiration4. Los cuatro miembros se embarcaron en una excursión a 575 kilómetros de la superficie de la Tierra que duró 3 días. El objetivo fue el de recaudar fondos para el Hospital de Investigación Infantil St. Jude.
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