Una activista turcoestadounidense murió este viernes tras recibir un disparo durante una manifestación contra la colonización de Cisjordania en una localidad palestina donde el ejército israelí reconoce que abrió fuego.
Las fuerzas israelíes lanzaron el 28 de agosto una operación a gran escala en Cisjordania, un territorio ocupado desde 1967, donde la violencia se recrudeció desde el inicio de la guerra en Gaza entre Israel y el movimiento islamista Hamás.
Un hospital de Naplusa, en el norte de Cisjordania, anunció la muerte de una activista de 26 años, identificada como Aysenur Ezgi Eygi, que ingresó con un balazo en la cabeza tras participar en una protesta en Beita contra las colonias israelíes.
El municipio es escenario de protestas semanales contra la colonización al encontrarse junto al asentamiento de Eviatar, cuyos pobladores cuentan con el respaldo de ministros de extrema derecha del gobierno israelí.
Varios palestinos han muerto a manos de las fuerzas israelíes en Beita en manifestaciones contra estas colonias consideradas ilegales por el derecho internacional, en las que viven unos 490.000 israelíes.
La Oficina de la ONU indicó en un comunicado que “las fuerzas de seguridad israelíes dispararon en la cabeza y mataron a una activista estadounidense de 26 años en Beita, Naplusa, mientras participaba en una protesta pacífica”.
El ejército israelí reconoció que tenía tropas en la zona que “respondieron disparando en dirección al principal instigador de la violencia, que había lanzado piedras contra los (soldados) y suponía una amenaza para ellos”.
Una investigación
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, afirmó que su gobierno está “profundamente consternado” por la muerte de una ciudadana estadounidense.
“Hemos contactado al gobierno de Israel para pedir más información y solicitar una investigación”, añadió.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, condenó la “salvaje intervención de Israel” durante la manifestación. Y Catar, mediador clave en las negociaciones por una tregua en Gaza, condenó el asesinato como “un crimen odioso”.
Eygi pertenecía al Movimiento Internacional de Solidaridad (ISM), una organización propalestina, y estaba en Beita para participar en una protesta que se celebra todas las semanas contra las colonias israelíes, indicó Neta Golan, cofundadora del grupo.
En otro incidente cerca de Beita, una adolescente palestina murió por tiros del ejército israelí, indicó el Ministerio de Salud de la Autoridad Palestina. El padre de la víctima declaró a la AFP que la joven estaba en su habitación cuando recibió una bala en la cabeza en un momento en que había soldados israelíes en el barrio.
En Yenín, las fuerzas israelíes se retiraron y cientos de habitantes del campo de refugiados asistieron a los funerales de personas muertas durante la operación israelí, portando sus cuerpos en medio de cánticos y disparos al aire.
El ejército israelí no confirmó oficialmente su retirada de esta localidad, pero periodistas de la AFP observaron que muchos residentes empezaron a regresar a sus casas.
Por otro lado, en la Franja de Gaza, el ejército israelí continuó con su ofensiva, sin ninguna perspectiva en el horizonte de alcanzar una tregua en ese territorio devastado, donde viven 2,4 millones de personas.
La agencia de defensa civil local indicó que cuatro personas murieron en el campo de refugiados de Jabaliya, en el norte del territorio, y otras tantas en otro bombardeo en el campo de Al Bureij, en el centro.
AFP