Hubo una frase de Pedro Sánchez, en medio de su discurso en el comité federal del PSOE, que llamó la atención. Sobre todo, por la tibieza que hasta ahora había mostrado el Gobierno con el embrollo venezolano. “Vamos a proteger la seguridad de activistas, periodistas y líderes políticos allá donde estén. Líderes como Edmundo González, un héroe a quien España no va a abandonar”, señaló. Una frase que anticipaba una acogida que se hizo realidad pocas horas después.
Por E. V. Escudero | ABC
Este sábado, Sánchez ya conocía la operación que, según explican fuentes de exteriores a ABC, llevaba días cocinándose. Exactamente, los que llevaba el propio Edmundo González refugiado en la embajada de España en Caracas.
Ese proceso, pactado entre ambos países según apunta la dirigente venezolana Delcy Rodríguez y que no reconoce el ministerio de exteriores, se habría iniciado hace varios días y en él habría tenido un peso importante el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, cuyo papel silente desde que se celebraron las elecciones en Venezuela, había sido llamativo.
Según afirma RTVE y no han negado fuentes de exteriores a ABC, Zapatero ha tenido un rol fundamental en el exilio de González, un viaje de complicado retorno que alivia la presión de Nicolás Maduro. Otro servicio más del expresidente español al chavismo, al que une una intrigante amistad desde que abandonó La Moncloa.
Porque la marcha de Edmundo deja huérfanos a los opositores en el país, que se quedan en una situación complicada. Muchos de ellos, recluidos en embajadas extranjeras, asediadas por chavistas en las últimas horas.
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